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Solo las vacunas protegen

Solo las vacunas protegen

Jueves, 1 de enero 1970

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Los epidemiólogos aseguran que con las enfermedades transmisibles no se puede «bajar la guardia». La vacunación es la única herramienta que dispone de efecto protector contra estas patologías y «es evidente que es así porque los casos que conocen son de niños sin vacunar», señala Amós García, que apuesta por medidas pedagógicas más intensas para evitar casos como el del niño de Olot.

El ejemplo es el caso del niño de seis años que está ingresado «muy grave» en el Hospital Vall d’Hebrón de Barcelona por difteria, el primer caso de esta enfermedad infecciosa que se diagnostica en Cataluña desde hace 32 años y el primero en España desde hace 28 años. Sus padres decidieron no vacunar al menor contra esta patología bacteriana transmisible, y de consecuencias graves que pueden incluso ocasionar la muerte, explicó ayer Amós García, epidemiólogo de la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de Salud (SCS).

García, también presidente de la Asociación Nacional de Vacunología, lamentó la situación médica del menor de Olot y confió en que con el tratamiento que se le está administrando «su evolución sea satisfactoria». Sin embargo, hizo hincapié en que frente a las enfermedades transmisibles «no hay que bajar la guardia y la mejor herramienta para tenerlas controladas son las vacunas». En este sentido, García matizó que el éxito de las vacunas están en que «ya casi no se conocen casos de este tipo de patologías por la amplia cobertura que se ha logrado en España y salvando este caso en concreto que se trata de un niño no vacunado. Pero debemos tener claro que aunque nos las veamos aún existen».

El epidemiólogo dijo no recordar de cuándo data el último caso en Canarias pero, casi seguro que hace 30 años, y abogó por intensificar la labor pedagógica sanitaria para evitar que las familias corran estos riesgos innecesarios. García obvió emitir juicios sobre la decisión de la familia de no vacunar al niño, que dijo respetar pero no compartir. «La vacunación, incluso con sus ocasionales efectos secundarios, ha tenido un importantísimo papel en la evolución de la salud de la sociedad; su evidencia científica es irrefutable. Otra cosa es que existan sectores de la población que rechacen la vacunación para sus hijos y uno de los riesgos que se corre es lo ocurrido con este menor catalán», señaló el epidemiólogo del SCS.

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