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Sin rastro en Tinduf de más de 500 saharauis

La supuesta desaparición de 500 saharauis en Tinduf (Argelia) esconde acciones violentas del Frente Polisario, como «torturas y secuestros», según denuncian en Ginebra las asociaciones de derecho humanos Pasverti y Asadehd.

Lunes, 20 de julio 2020, 08:53

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La modestísima sede de la asociación de derechos humanos Pasverti está ubicada en la zona baja de El Aaiún. La casa terrera es pequeña y el pasillo que conduce a las tres diminutas habitaciones carece de luz. La oficina principal alberga dos mesas: una para reuniones y otra para un único ordenador, un modelo vetusto y ancho, más viejo que la raspa. Pero en ese ordenador se almacenan los perfiles y fotos de los saharauis supuestamente desaparecidos en los campos de refugiados de Tinduf, que, según Pasverti, ascienden a medio millar. El ignorado paradero de estos desaparecidos es otra vertiente del conflicto.

Según esas asociaciones, en los campos de Tinduf no sólo han perecido presos marroquíes. Por el desierto argelino habrían pasado numerosos saharauis que cuestionaron el liderazgo de un presidente al quesus detractores reprochan no concurrir a las urnas (Mohamed Abdelaziz, RASD) o, simplemente, que trataron de huir para reecontrarse con sus familias en El Aaiún, Smara o Dajla.

Las asociaciones de Parientes Desaparecidos en Tinduf (Pasverti en hasanía), y de Derechos Humanos en El Sáhara (Asdedh) ha denunciado ante la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, en Ginebra, al Polisario y a las autoridades argelinas, «por su complicidad y asistencia» en esas supuestas desapariciones.

Los presidentes de ambas asociaciones, El Hocine Baida y Ramdan Mesaud, presentaron la denuncia en abril del pasado año y, por vez primera, se muestran los documentos a un medio de comunicación canario. La denuncia porta un detallado informe de todos y cada uno de los desaparecidos, con sus respectivas fotos, lugar de nacimiento y, sobre todo, el lugar donde fueron vistos por última vez. La mayoría de los familiares asegura no saber nada de ellos desde el fin de las hostilidades entre el Polisario y Marruecos, en 1991.

SECUESTRO Y TORTURA. Pasverti opera desde 1992, pero fue Mohamed VI quien la oficiliazó en 2002. Su presidente acusa al Polisario de «secuestro, tortura e incomunicación». Él propio Hocine Baida y el secretario general, El Wali Saadi (al que llaman Mandela), sufrieron la prisión de los campos de Tinduf durante seis y 14 años, respectivamente. «En Tinduf, los saharauis son víctimas de la represión, no hay libertad, ni derechos, ni Democracia. Se impone el toque de queda y todo aquel que critique al régimen es ultrajado en su dignidad y en sus libertades», expresa en un perfecto castellano El Hocine Baida, después de mostrar las decenas y decenas de carteles y fotografías que, según él, prueban los presuntos métodos de tortura del Polisario: personas apaleadas o amarradas a palos en horizontal que cuelgan entre cajas de agua. También se pueden ver cicatrices de las víctimas.

«Los presos políticos existen. Es un sistema que no se renueva. Sufro cuando me cuentan la percepción que los canarios tienen de estos extensísimos campos, porque la realidad es otra, es tan cruda que da escalofríos. Yo milité 20 años en el Polisario. Era un convencido del Sáhara independiente, pero hoy me he dado cuenta de que nuestro pueblo no puede seguir sufriendo, las familias tienen derecho a saber qué fue de sus seres queridos y las familias también tienen derecho a reencontrarse».

Pasverti apuesta por la autonomía de forma que «se ponga fin a este conflicto donde lo único que pesan son las posturas políticas, que se imponen a las humanitarias. Aquí, en El Aaiún, también hay un pueblo saharaui que sufre tanto o más. No nos sentismos legitimados por Adbelaziz, que nació en Marrakech y cuyo padre era un militar marroquí. Lleva años como presidente sin ser elegido democráticamente. ¿Qué tipo de democracia es el Frente Polisario?».

Auditorías. Pasverti no es una la única que denuncia la desaparición de víctimas. Al Sur de Estocolmo está la Asociación en Defensa de los Secuestrados en Tinduf (Adeseti), cuyo presidente es el periodista saharaui Yahia Alamin, ex director de programas de la radio en español en el Polisario, ex residente en los campos y ex agregado de la representación diplomática del Polisario en Argel.

Asedeti dice defender los derechos de los aproximadamente 50.000 saharauis retenidos «contra su voluntad» en Tinduf. Dispone de un catálogo de documentos que, según él, prueba la posible «corrupción» de dirigentes del Polisario en la distribución de la ayuda humanitaria de ONG y de la Unión Europea. «A las personas no llega ni el 40%. La población está desasistida. Argelia no permite que los alimentos o las medicinas los distribuyan organismos neutrales e independientes que no sean la Media Luna argelina. Lo mismo ocurre con las ayudas europeas, españolas o canarias. ¿Quién audita al Frente Polisario?».

El presidente de Asedeti también reclama la autonomía de El Sáhara, «bajo un modelo muy similar al canario, con las pregorrativas inherentes a la monarquía española». Tanto Pasverti como Asedeti calculan que en los campos de Tinduf viven unas 160.000 personas. «Sólo 50.000 son de origen saharaui»; el resto del censo, según ambas formaciones, corresponden a oriundos de Mauritania, Mali y Argelia.

Marruecos «tortura y encarcela injustamente» a activistas saharauis

Marruecos viola derechos humanos, tortura a defensores de la causa saharaui e impone «un clima de terror e intimidación en la población». Esas son algunas de las acusaciones que la Asociación Canaria de Solidaridad con el Pueblo Saharaui hace en un comunicado entregado ayer en la Delegación del Gobierno.

En el escrito se apela al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, «para que haga valer su influencia ante las autoridades del Reino de Marruecos, de forma que procedan a la liberación con carácter inmediato del ciudadano Alí Salem Tamek». Éste es un activista pro derechos humanos y defensor de la causa saharaui que fue encarcelado tras regresar a El Aaiún.

Pero no sólo de Alí Salem Tamek se habla en el comunicado. También se menciona el caso de Aminetou Haidar, «herida, torturada y encarcelada injustamente», al tiempo que se reclama «la liberación inmediata de todos los presos políticos saharauis que están en la cárcel negra del Aaiún y en otras prisiones marroquíes».

estado de sitio. La Asociación Canaria de Solidaridad con el Pueblo Saharaui asegura que la policía marroquí y el Ejército de ese país han instaurado «un auténtico estado de sitio, reprimiendo a la población civil saharaui desde finales de mayo hasta hoy por el solo hecho de participar en manifestaciones pacíficas reclamando el derecho a la autodeterminación, el cumplimiento de la legalización internacional y la celebración de un referéndum libre y transparente. Para impedir estas manifestaciones se están violando los derechos humanos en el territorio, encarcelando y torturando a muchos saharauis, imponiendo penas en juicios sumarios de hasta veinte años de cárcel y tratando de mantener un clima de terror e intimidación en la población, llegando incluso, a asaltar la sede del Centro Español de El Aaiún». El comunicado lo firma María del Carmen Cabrera.

Un holandés asume la negociación

Satisfacción española. El director general de Política Exterior, Rafael Dezcallar, dijo estar «muy satisfecho» con la decisión de la ONU de nombrar al diplomático holandés Peter Van Walsum como enviado personal para el Sáhara Occidental. «Es urgente ahora que el nuevo enviado personal se ponga en marcha para iniciar contactos con las partes para intentar alcanzar una solución política, (...) confiamos en que lo hará y tendrá todo nuestro apoyo para conseguirlo», añadió. Según él, con esta decisión «Naciones Unidas ha reaccionado positivamente a una petición que España lleva haciendo desde algún tiempo. España había impulsado esta idea, porque pensamos que hacía falta llenar el vacío que se había producido tras la retirada de Baker y Álvaro de Soto».

Estancamiento. La decisión de Annan, que cuenta con el acuerdo de las partes implicadas, puede contribuir a sacar del estancamiento diplomático el conflicto de la ex colonia española. El peruano Álvaro de Soto fue, hasta mediados de junio, el enviado del secretario general, puesto que sumaba al de representante especial de la ONU, es decir, jefe de la Minurso, el contingente de cascos azules desplegado en el Sáhara. De Soto no contaba con el apoyo del Polisario.

La opción de Powell. Según El País, el Polisario hubiese preferido que el nuevo enviado fuese norteamericano y estuviese vinculado a la Administración republicana, porque considera que sólo EE UU puede forzar una solución. Soñaba con que fuese el ex secretario de Estado Colin Powell. Aun así, ha aceptado a Van Walsum.

Otros 5 saharauis detenidos

Cinco saharauis fueron detenidos ayer por orden de la Fiscalía de El Aaiún, que les acusa de estar implicados en las manifestaciones de las últimas semanas en esta ciudad, informó la agencia oficial de noticias marroquí MAP. Brahim el Numria, Larbi Mesaud, Lidiri el Hucín, Mohamed el Mutauakil y Fadel Gaudi se encuentran en prisión preventivas.

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