San Martín se bifurca por los universos de Ortuño y Déniz
Los trabajos de dos creadores canarios, Pedro Déniz (1964) y Gabriel Ortuño (1961), inundan las salas del San Martín Centro de Cultura Contemporánea. Ambos son de la misma generación y comparten su tendencia a expandir su arte por distintos formatos. No obstante, Ortuño es básicamente pictórico y Déniz convierte la performance en instalación. Hasta el mes de enero, se podrán ver en San Martín Centro de Cultura Contemporánea estas dos propuestas.
La planta baja es el territorio de Gabriel Ortuño y su proyecto La zona habitable, comisariado por Ángeles Alemán. La propuesta reúne videoanimación, pintura, esculturas, cajas y una gran instalación.
Pero el trabajo de Ortuño es fundamentalmente pictórico. En sus cuadros, algunos de gran formato, explora la habitabilidad de los espacios y propone una serie de «grandes estancias con suelo líquido que contienen la idea de ruina y desolación y donde también aparecen huellas humanas», relata la comisaria, que destaca su habilidad para jugar con las perspectivas fugadas.
Una de las salas está reservada a la pieza 125 voltios, donde el artista encierra una gran cantidad de materiales electrónicos obsoletos entre dos pinturas alusivas a las desaparecidas bombillas de 125 voltios. Además, Ortuño ha pintado para esta muestrae The Machine Face, un gran mural en el patio del museo.
La segunda planta del centro de arte se reserva para la propuesta conceptual y multidisciplinar Welcome Bridge, de Pedro Déniz, comisariada por Orlando Britto. En esta retrospectiva, el artista aborda en vídeos e instalaciones asuntos que le inquietan, desde cuestiones de orden político a la cotidianidad. «Mi trabajo siempre es emocional», dice Déniz, que usa su arte para posicionarse ante el mundo, algo que, en su opinión, es «a veces arriesgado».
Entre sus piezas, destaca el proyecto La Puente; un trabajo que inició en 1998 cuando invitó a 100 artistas a intervenir en el interior de unas botellas de cristal que fueron lanzadas al océano desde El Hierro. 14 de esas cápsulas han sido encontradas en la costa atlántica por personas de Miami, San Francisco, Seattle o Nueva York que se pusieron en contacto con el artista. De hecho, Déniz lleva años viajando al encuentro de los receptores de su proyecto trastlántico y estas reuniones están siendo filmadas por el documentalista Ayoze O’Shanahan. Imágenes del documental proyectadas sobre 344 botellas blancas y elementos relacionados con este proyecto se exhiben en una de las salas.
La evolución de las botellas náufragas se puede seguir en la web www.lapuentedocumental.com.
Otra de sus piezas más llamativas es Resoluciones, cinco cuadros negros que esconden luces que se activan con el sonido, en los que evoca las explosiones que se vieron en todo el mundo durante la televisada guerra de Irak.
FICHA DE LA EXPOSICIÓN
Qué. La zona habitable, de Gabriel Ortuño y Welcome Brigde, de Pedro Déniz.
Cuándo. Se puede ver hasta el 11 de enero.
Dónde. En San Martín CCC.
Cuánto. Entrada general, 5 euros. Miércoles por la tarde, gratis.
Presupuesto. El CAAM dispone de 62.000 euros para estas muestras.