Plaza de estreno en Vegueta
Mediados de septiembre es el plazo que se marca el mercado de Vegueta para estrenar una oferta de restauración de calidad de la mano de la reconversión de 15 puestos tradicionales de venta, en la zona que mira al aparcamiento. El proyecto, que impulsa Gud Rul SL con una inversión de 700.000 euros, se entiende como una garantía de futuro para este espacio. El proyecto D’Vegueta Market, la apuesta de la promotora Gud Rul SL para convertir la parte nueva de la plaza de Vegueta la que da al aparcamiento en un espacio de venta y degustación de productos gourmet, será una realidad a mediados de septiembre, anuncia el gerente de este espacio municipal, Santiago Bolaños. Añade que la fecha inicial de apertura, prevista para el 4 de septiembre, se verá retrasada «unos 15 días» debido principalmente a que buen parte del mobiliario profesional que vestirá estos nuevos espacios de restauración «viene de la Península y en agosto cierran las fábricas».
Apunta que el proyecto inicial ha sufrido algunas variaciones. Así, explica que finalmente son 15 y no 22 los puestos que culminan estos días un proceso de transformación que permitirá ofertar cinco propuestas gastronómicas diferentes con una denominador común: la calidad. «Va a ser una oferta de ocio gastronómico de calidad, como el mercado de San Miguel», en Madrid, expone Bolaños. Aclara que «aquí no va a haber bares en los que tomar unos pizcos».
El gerente del mercado del casco histórico capitalino recuerda que los puestos que en estos momentos culminan su metamorfosis eran antiguos negocios de ultramarinos, «que estaban abocados al fracaso, pues nosotros no podemos competir con las grandes superficies». De ahí que los responsables de la gestión de esta plaza vean esta apuesta de la promotora que la impulsa como una manera «de garantizar la viabilidad del mercado, de garantizar su futuro».
Edificio protegido. Bolaños asegura que «se han cumplido los plazos» de unos trabajos que comenzaron a medidos de junio, pero reconoce que la antigüedad del inmueble y su grado de protección son elementos que han jugado en contra. «No es lo mismo reformar un edificio mientras se construye que uno con 150 años y con un nivel de protección como el que tiene éste», expone. Además, el periodo vacacional también ha sido un obstáculo.
Sin embargo, afirma que el grueso de la obra ya está culminada, a falta de la renovación de los baños en los que aún se está trabajando, y que ahora resta la parte más sencilla: amueblar.
