Paco Rodríguez: "Los premios técnicos no son tan lucidos"
Con el Premio Gaudí a la mejor peluquería bajo el brazo, el canario Paco Rodríguez espera "esta vez" llevarse también el Goya con Nadie quiere la noche. Es su quinta nominación y se siente "veterano" en esto de aspirar a un gran premio, pero la ilusión, confiesa, "es la misma" que la primera vez.
"Siempre ilusiona un premio, y aunque tienes la misma ilusión que la primera vez que te nominan, el talante y la disposición ahora es otra. Te das cuenta de que estar nominado ya es bastante premio porque suena tu nombre", explica Paco Rodríguez, nominado al Goya a la mejor peluquería por la última película de Isabel Coixet, Nadie quiere la noche, producida por el también canario Andrés Santana.
Los Goya "técnicos", desvela Rodríguez, "son premios más bien para la profesión. Para que te conozcan los directores y ampliar tu currículum, pero no son tan lucidos como el de Mejor Director, o Mejor Actriz", reconoce Rodríguez. Quizás porque el de peluquería y maquillaje, cuando no hay grandes efectos especiales, "es un departamento bastante desconocido", el público en general, continúa el especialista, "no sabe cómo funciona y la preparación que requiere", explica el tinerfeño.
Así, lo primero que hace Rodríguez con una nueva película es "desglosar el guión para ver a cada personaje individualmente. Les hago un estudio del pelo que yo veo de cada personaje y lo contrasto con la idea del director dándole distintas opciones. Después, hay que contar con los actores porque, al final, son ellos los que tienen que identificarse con ese look".
Ese paso, explica Paco Rodríguez, es muy importante porque "el pelo es una cosa que te transfigura, que te puede cambiar la cara, tu estilo. Tiene un poder de transformación muy grande, pero los actores no deben parecer disfrazados".
Rodríguez explica que su profesión no es ajena a las modas. "En los años 50 en el cine no se despeinaban. Ahora la tendencia es hacerlo lo más natural posible y lo más difícil es despeinar sin que queden feos o, si tienen que quedar feos, que sigan quedando bien en la cámara". Rodríguez es consciente de que, por otro lado, su trabajo puede "marcar tendencia". Eso, dice, "ha pasado toda la vida" y recuerda el caso de Rita Hayworth en los años 40. Aunque afirma que quien marca el paso es la chica de la película, pero siempre que sea la buena.