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Ocho meses para un pasajero ebrio por amenazas en un vuelo de easyJet a Málaga

EFE

Jueves, 1 de enero 1970

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Un británico que en estado de embriaguez amenazó con "apuñalar" al piloto de un avión y "matar" al resto de los pasajeros, durante un vuelo de easyJet entre la ciudad inglesa de Bristol y la española Málaga, fue este jueves sentenciado a ocho meses de cárcel. El pasado 27 de abril, Martin Johnson, de 56 años, compró dos botellas de vino blanco en la tienda libre de impuestos del aeropuerto de Bristol (Inglaterra) y se bebió una de ellas antes de embarcar en el aparato con destino a España. Durante una audiencia celebrada hoy ante un tribunal de Bristol, la fiscal Janine Wood recordó que la tripulación de cabina encontró una botella vacía de vino blanco en los baños del avión y descubrió que alguien había orinado por todo el aseo. Cuando el piloto recibió el aviso y anunció por los altavoces que ese vuelo regresaría a Bristol, el pasajero, nacido en Escocia y residente en la localidad de Harlow, en el condado inglés de Essex, se volvió verbalmente "violento". Según se desveló durante el proceso judicial, Johnson afirmó ante el resto de viajeros que, si el piloto daba "la vuelta", iba a "apuñalarle y a golpearle". "Voy a acuchillar a una azafata y a matar a todos los pasajeros del avión", agregó, según los testigos. Wood apuntó que una mujer que "tuvo la mala fortuna de ir sentada a su lado", Paula James, "le vio beber de la botella". "Me quedé petrificada pero mantuve la calma porque había toda una fila de niños sentados detrás de nosotros con sus maestros", indicó esa testigo. Según ese tribunal, el comportamiento de Johnson provocó "alteraciones" a muchos de los 153 pasajeros que iban a bordo para disfrutar, en muchos casos, de sus vacaciones y cuyo viaje se retrasó hasta el día siguiente. La conducta de ese pasajero ocasionó pérdidas de decenas de miles de libras a la aerolínea británica, según detalló la fiscal. Johnson fue detenido por la policía cuando el aparato aterrizó de vuelta en Bristol. En su declaración a los agentes, dijo que no pensaba que se encontrase borracho y aseguró que no recordaba haber realizado las amenazas, que fueron escuchadas por varios testigos. El juez Michael Longman afirmó, al comunicar la sentencia, que la conducta del acusado había alterado vacaciones, reuniones de trabajo y combinaciones de vuelos, además de provocar "miedo y alarma" entre los demás viajeros.

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