Nuevas ilusiones, mismo desafío
La UD comienza la ruta. Tras una pretemporada salpicada de buenos apuntes e intenciones inmejorables, el fuego real se inicia frente al Llagostera, un rival inédito en la historia y que, sin excusas, debe pasar por caja. Todo lo contrario haría saltar la banca.
Empezar como un tiro y luego que le echen un galgo. Así se respira en el proyecto de Paco Herrera, que desea adquirir autoridad en la competición desde el primer momento. Cierto es que el entrenador ha pedido paciencia. Y lo hace con argumentos, con fichajes todavía por llegar y piezas en fase de encaje. Pero vivir la transición con puntos y resultados terminará por consolidar todas las expectativas que alumbran al equipo. Expectativas que apuntan a lo máximo, en revancha por la tragedia que se vivió el curso pasado.
No le vale menos a una afición que ha respondido y que, también, exigirá a la altura del escudo. Los futbolistas así lo reconocen y hablan, a partes iguales, de juego y responsabilidad. No les valdrá con desarrollar bien su oficio. También late la necesidad de compensar a la gente, que bastante ha tenido con traumas que ya es mejor ni mentar.
Esta UD nace con otro perfume. Con Herrera al mando, se persigue un equipo más entero y pragmático, que no renuncie al arte pero, también, que abandone las concesiones. Un bloque ganador, en suma, en el que nadie encuentre facilidades para escarbar. Desde una defensa ortodoxa y con una gestión del balón muy atomatizada. Toque, apertura y remate. Un diseño sencillo y geométrico, con roles marcados. Por ahí van los tiros. Por ahí quiere Herrera que entren todos aunque el abanico táctico se abra a varias propuestas. Con 4-3-3 o 4-2-3-1. Pero siempre una UD reconocible. En la que habrá que asentar un once cuando estén todos. Porque, de momento, ya la enfermería genera problemas con Christian, Dani Castellano y Marcelo Silva en cuarentena por sus molestias. Todas las bajas concentradas en la defensa, lo que permitirá el debut de David Simón, canterano emergente al que le ha tocado esperar varios años. Esta tarde, al fin, lucirá la amarilla en partido oficial. Será una de las grandes noticias del día, también con la puesta en escena de Roque, recuperado para la causa, o Araujo, un argentino llegado del Boca Juniors para hacer historia y que ya ha dejado pistas fabulosas en alguna aparición veraniega.
Para empezar, el Llagostera, nombre excéntrico y nulas referencias para el personal. El respeto que se merece y poco más. Si algo ya han interiorizado los jugadores con Herrera es que la temporada va a tener 42 finales. Y ya ha llegado la primera.
