Montesdeoca traslada al lienzo las huellas del fuego

Vio casas y cultivos destrozados, pero sobre todo le impresionaron los daños no visibles. «Me impactó, no sólo la devastación del paisaje, sino ver a la gente más quemada que lo que arrasó el propio incendio. Mucha gente perdió su casa», afirma el autor de los 17 acrílicos y los nueve dibujos de tinta sobre papel que se exhiben en la asociación profesional ubicada en la Avenida Juan XXIII.

Los paisajes desolados que refleja el pintor están salpicados de negro. «Es una referencia a la nada», explica Montesdeoca respecto al uso de este color en lo que él denomina paisajes apocalípticos. «Pinté lo que queda de esos recuerdos, de parajes que no había pisado en mi vida», añade el arquitecto grancanario.

Sus estudiadas composiciones reflejan paisajes rurales en colores ocres y suaves, mientras que las manchas y líneas negras fragmentan estos espacios. Así, las formas geométricas irrumpen en sus abstracciones coloridas. «Cada obra es el resultado de una lucha entre la pasión y el orden. Ser arquitecto conlleva tener una visión casi cartesiana de las cosas. Pinto para huir de eso, pero no puedo evitar que aflore mi conciencia de ordenador dentro del caos de la obra», asegura.