Moebius revive en la Peregrina

El próximo 21 de marzo se cumplen 30 años desde que Francisco Naranjo puso en marcha una librería especializada en el mundo del cómic en Las Palmas de Gran Canaria. Para darle nombre eligió el seudónimo de Jean Giraud, Moebius, uno de los dibujantes de cómic más importantes de todos los tiempos en Europa, que casualmente es también el nombre de un grupo musical.

«Fue un poco por las dos cosas, al principio vendíamos cómics y música. Sus obras supusieron una revolución en el mundo del cómic europeo marcando un antes y un después. Fue el mejor», recuerda Francisco Naranjo, propietario de la librería Moebius, ubicada en el número tres de la calle Peregrina de la capital grancanaria.

Conocieron la noticia de su fallecimiento el sábado pasado a mediodía, con la tienda abierta al público. «Es sin duda el mejor dibujante de cómic de la historia, podríamos decir que como él no habrá otro en mucho tiempo. De hecho, los autores actuales no experimentan al nivel que lo hacía él. Parece que está todo inventado», afirma Víctor Hernández, dependiente de la librería.

Además del cartel de la tienda, que cuenta con una reproducción del personaje de Arzak, la entrada está decorada con los principales trabajos de Moebius, como la saga del teniente Blueberry, que realizó antes de revolucionar las historietas de ciencia ficción en los 70. De hecho, el artista sacaba cada año una nueva aventura del teniente Blueberry, una de sus obras más reconocidas a nivel mundial.

«Sus creaciones siempre se han vendido bien, sobre todo las del teniente Blueberry. Su público suelen ser gente mayor de 30 años, los jóvenes optan más por el estilo manga», dice Naranjo.

Ventas. En la librería Moebius descartan un aumento del precio de sus cómics tras su fallecimiento, pero creen que puede haber un repunte en las ventas. «Siempre suele pasar que se vende más cuando el autor está fallecido. Lo que sí subirá de precio seguro serán sus bocetos y los originales», añade Hernández.

Su experimentación con el dibujo, su forma de ambientar las historietas, la revolución que realizó en la ciencia ficción y su dualidad creativa le ascendieron al altar del octavo arte.