Menos botes pero ilusión intacta
El sábado se presenta la nueva temporada de vela latina, en una edición marcada por el bajo número de botes inscritos (9). Es este un aspecto que preocupa en la federación, pero que no desmoraliza a la hora de seguir promoviendo este tradicional deporte.
Arranca una temporada más de la vela latina en Gran Canaria y lo hace sobre un mar de dudas. Juan Santana, presidente de la federación insular del deporte vernáculo no esconde la inquietud existente en todos los amantes de esta practica deportiva: «Hay preocupación por el bajo número de botes inscritos, sobre todo porque este año esperábamos superar la cantidad de inscripciones del pasado curso, y ha sido todo lo contrario», admite. Y es que son solo los nueve botes inscritos, con respecto a los 10 de la campaña pasada, y los 14 que han habido de media hace solo algunos años.
«Hay menos dinero, menos patrocinadores privados, y la gente ya no se compromete ni se sacrifica como antes. La ayuda de la Caja Insular de Ahorro era fundamental, y su ausencia se nota», comenta el presidente, explicando los motivos de este peligroso descenso en cuanto a participación. A pesar de ello, Juan Santana no pierde la ilusión: «Estoy seguro que el año que viene habrán más inscritos, repasaremos en que hemos podido fallar o en que hemos estado menos acertados e intentaremos mejorar para que la esta dinámica negativa cambie», indica.
La consecuencia de todo esto es una menor repercusión de este deporte tan característico de las islas. «El bajo número de botes no solo afecta al espectáculo, que también, sino que además lo que hace es reducir el seguimiento por parte de los aficionados. Cada botes trae un número determinados de seguidores, y si tenemos una o dos embarcaciones menos, pues estamos perdiendo unas 100 personas por bote, gente que se acerca a presenciar, animar y acompañar a los tripulantes durante las regatas», desgrana Juan Santana.
