Masoud jugó entre ataúdes
Masoud Shojeai vivió ayer una jornada que nunca olvidará. Concentrado con la selección de Irán en Beirut, el atentado a la embajada de su país en Líbano, que causó más de veinte muertos y alrededor de doscientos heridos, no impidió que saltara al terreno de juego para disputar el encuentro valedero para la Copa de Asia 2015 que estaba previsto. No era, desde luego, el mejor entorno para satisfacer este compromiso del calendario que, tras sondearse la conveniencia de su suspensión, se celebró a puerta cerrada. Irán ganó por 1-4 al combinado anfitrión y Maosud participó activamente, aunque no marcó, en el triunfo.
Sin embargo, el resultado fue una cruel anécdota para sus protagonistas, que desearían no haber actuado con semejante panorama. Así lo reconocía el propio Masoud camino del estadio, en declaraciones efectuadas a Canarias Radio La Autonómica.
«La verdad es que no tenemos la cabeza puesta en el trabajo. No tenemos el nivel de concentración adecuado para disputar un partido de fútbol, pero hay que hacerlo», admitía Masoud. El atacante relató, a su llegada al estadio que estaba «tomado por los militares», que apostaron tanques en las puertas. «La situación parece sacada de una película. Nada que ver con un partido de fútbol. Los militares están en todos lados, incluso dentro del estadio con metralletas y pistolas», añadió. El jugador oyó las dos explosiones desde el hotel de concentración de su selección y dijo que las calles estaban «desiertas». Masoud prevé llegar hoy a Gran Canaria.
