Los Reyes traen al Galdós sexo, jazz y corrupción
Uno de los musicales más exitosos de las últimas décadas se instala a partir de mañana en el Teatro Pérez Galdós de la capital grancanaria. Chicago, con sus dos asesinas protagonistas, intentará seducir al público isleño con una fórmula basada en una música sensual y una ácida historia rebosante de sexo, ambición y sensacionalismo. Un equipo de 70 personas pasará el día de Reyes lejos de sus familias. Ellos componen la troupe de la versión española de Chicago, un fenómeno internacional que, de forma casi perenne, sobrevive en las carteleras de Nueva York y Londres. El personal del musical permanecerá en la Isla hasta el día 21 de enero, cuando caiga el telón por última vez tras ofrecer un total de 21 funciones.
«Por Navidad llega el turrón y, en enero, el Teatro Pérez Galdós recibe los grandes musicales», indicó el director del espacio escénico, Juan Cambreleng, que destacó la excepcionalidad del «espectáculo por tener una música fantástica, una coreografía estupenda y un texto interesante basado en un hecho real».
Una de las actrices, Lucy Lummis, es la encargada de que el espectáculo mantenga el espíritu insuflado a la obra por el creador de la coreografía Bob Fosse y por los músicos y letristas John Kander y Fred Ebb, también autores del célebre musical Cabaret. «La versión que traemos es igual que la reposición de la obra que se hizo en 1996 en Nueva York», explica Lummis, quien resaltó que el espectáculo rompe la cuarta pared que separa a los actores del público.
Velma, interpretada por Marta Ribera, y Roxie Hart, a la que da vida María Blanco, son las dos asesinas pasionales que intentarán competir para seducir a los medios de comunicación y a la opinión pública a través de triquiñuelas y mentiras capaces de librarlas de la prisión. Para ello contarán con la ayuda de Billy Flynn, un abogado sin escrúpulos que encarna Manuel Rodríguez. El actor y cantante es la última incorporación al elenco de Chicago, ya que hasta diciembre su papel lo interpretaba Carlos Lozano. Este trío protagonista fue elegido por un equipo de creativos internacionales responsable del éxito de este musical en todo el mundo. «Hasta la escenografía es idéntica a la original y está hecha en Estados Unidos», explica Lummis.
A excepción de los tres personajes principales, el resto del elenco del musical se ha mantenido casi sin variación desde su estreno en el teatro Coliseum de Madrid, en noviembre de 2009. «Somos una familia», afirma Vanessa Bravo, quien habitualmente da vida a Kitty, y también a Velma los días que descansa Ribera. DESNUDO. Impregnado del swing de los locos años 20, Chicago está desprovisto de toda parafernalia. Con una orquesta de doce músicos que acapara el escenario, el espectáculo busca la esencia del musical con una seductora y gestual coreografía que se despliega en una franja de solo cuatro metros.
La historia se basa en un caso real de una corista que mató a su amante en 1924. Con la ayuda de su abogado y de su desparpajo, se convirtió en una estrella mediática y, por ello, fue indultada.
A modo de concierto, los temas jazzísticos de Kander y Ebb se suceden y nos introducen en una trama que ridiculiza el papel de los medios de comunicación y de la justicia norteamericana.
Cambreleng no pudo precisar cuánto dinero aportará el teatro municipal a este espectáculo. «Serán unos 100.000 y pico euros», calculó el director del Pérez Galdós, quien bromeó respecto a su deseo de ser como Flynn para embaucar a los medios de comunicación y a los acreedores
