Los recortes presupuestarios dejan a Cáritas en el límite
«Ya sabemos que, de cara al año que viene, todas las subvenciones que teníamos nominadas del Gobierno de Canarias se reducen un 20%», y aunque Ayuntamiento y Cabildo pretenden mantener las suyas, están pendientes de la aprobación de sus presupuestos. Por todo ello, la secretaria general de Cáritas, Fátima Díaz, asegura ver el 2011 «gris oscuro».
Los recortes es lo que más nos tiene preocupados», señala Fátima Díaz, secretaria general de Cáritas, una organización que, al margen de los donativos, sustenta el funcionamiento de los programas que desarrolla en las ayudas que recibe del Gobierno de Canarias, Cabildo y Ayuntamiento, cuya continuidad ve ahora en peligro.
«El año pasado teníamos un proyecto de Mujer, que salió de la convocatoria del Instituto Canario porque no llegaba a la puntuación y no respondía a los criterios, y se quedó sin cubrir. Aunque el Cabildo aportó a final de año una partida extra para el mismo», relata. «Este año», prosigue «se ha cubierto con fondos propios, porque se hizo una campaña de concienciación» a la que la población respondió realizando aportaciones. Sin embargo, aclara que ésta «no es una dinámica que podamos mantener» porque son muchos los proyectos.
«Este año, en el proyecto de trabajo con personas inmigrantes, se nos redujo un 80% el dinero por parte del Gobierno de Canarias, lo que significa prácticamente su eliminación. Y es que explica que «a pesar de que no son grandes cantidades, pues habíamos pedido 110.000 euros y nos dieron 20.000, no nos lo dieron hasta después del verano. Con lo cual el gasto ya estaba hecho y entendíamos que la atención a estas personas había que mantenerla con fondos propios. Pero el año que viene no se puede mantener ese ritmo», con lo que el servicio «tal y como se venía dando, está abocado a desaparecer».
Algo similar pasa con el proyecto Esperanza, un servicio que en sus 20 años de vida ha ayudado a personas de todo el Archipiélago a salir del infierno del alcohol y que está «colgado de un hilo». Asegura que «tenemos dinero para tres meses» pero «no podemos seguir sin saber qué dinero se nos va a dar».
