Borrar
Vea la portada de CANARIAS7 de este viernes 29 de marzo

Los desafíos de un Irak después de Estado Islámico

Reuters/EP

Jueves, 1 de enero 1970

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Los avances conseguidos durante las últimas semanas en Irak han llevado a pensar por primera vez en mucho tiempo en un país sin la presencia de Estado Islámico. Para ello, sin embargo, es imperativo que llegue inmediatamente ayuda económica para facilitar el regreso de la población a ciudades reconstruidas, algo que para Naciones Unidas puede ser un objetivo difícil de conseguir que podría desembocar en la presencia permanence de la organización, reconvertida de autoproclamado califato en una red terrorista más, amparada en la clandestindad.

"Me preocupa mucho", reconoció la 'número dos' de Naciones Unidas en Irak, Lisa Grande, representante adjunta de la misión de la ONU, "que si no avanzamos rápidamente en esta dirección, podamos perder los progresos realizadaos contra Estado Islámico".

Grande se refería a la espera en la que se encuentra sumida la organización internacional, que ha solicitado con carácter de urgencia unos 400 millones de dólares para crear un nuevo fondo para la reconstrucción de las últimas ciudades recuperdas de manos de Estado Islámico, entre ellas Ramadi, la devastada capital de la provincia de Anbar, que regresó a manos del Gobierno iraquí el pasado mes de diciembre.

Sin embargo, a la falta de financiación se une un problema endémico como son las luchas internas por el poder en Irak, que no han hecho sino acrecentar la corrupción, la crisis fiscal y los enfrentamientos sectarios que podrían dificultar los planes de reconstrucción tras el conflicto. Como dice un oficial estadounidense bajo el anonimato: "Este problema no se va a solucionar a bombazo limpio".

El oficial es consciente de la abismal diferencia entre los esfuerzos de guerra en los que sigue invirtiendo Estados Unidos después de la retirada de los soldados y las cantidades entregadas para reconstrucción. Se trata de 6.500 millones de dólares desde 2014 a febrero de este año frente a unos 20 millones declarados -- aunque EEUU asegura que son, en el fondo, bastantes más -- en concepto de ayuda a la estabilización.

Para el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, esta cantidad actual es, a todas luces, insuficiente. "Según vamos liberando más territorios de la presencia de Estado Islámico, hay que aumentar la contribución para facilitar el retorno seguro y voluntario de los civiles", declaró la semana pasada desde Bagdad, donde anunció un montante de ayuda adicional de 155 millones de dólares para los desplazados.

Mientras, en Ramadi, casi 2.000 viviendas, 64 puentes y gran parte de la red eléctrica se encuentran destruidas tras los combates, según un informe preliminar de la ONU, que por lo menos ha conseguido habilitar el regreso de unas 3.000 familias tras despejar de minas algunas partes de la ciudad.

Sin embargo, las condiciones siguen siendo enormemente precarias: la corriente se obtiene mediante generadores y el agua es bombeada directamente desde el Éufrates. Las pocas tiendas que han reabierto solo proporcionan servicio dos horas al día.

Para gente como Salé, mecánico a tiempo parcial de 56 años y padre de tres hijos, que gana 10 euros al día, es casi imposible volver a hacer vida normal. "Mi casa es un montón de escombros", ha lamentado. No hay tampoco escuelas abiertas y recuerda con nostalgia, por increíble que parezca, sus días en el campo de refugiados donde vivia. Actualmente vive en el domicilio de otro particular que todavía no ha retornado. AUSENCIA DE RECONCILIACIÓN

La comunidad internacional también aguarda nuevas iniciativas, que por lo menos mejoren a las del antiguo Gobierno del ex primer ministro iraquí, el chií Nuri al Maliki, por acercarse a la población suní. La marginación de los suníes, temen todos los expertos, podría acabar por empujarles a formar parte de un Estado Islámico cuya opción más inmediata tras la derrota sería convertirse en una "red terrorista subterránea".

"Sin reconciliación, los suníes acabarán en manos de Estado Islámico. Es inevitable", apunta el ex oficial de la CIA Kenneth Pollack, tras una visita de recogida de datos a Irak. Pollack recordó lo sucedido en 2003, después del derrocamiento del dictador Sadam Husein. George W. Bush, entonces presidente de Estados Unidos, proclamó la victoria bélica sin tener planes para la reconstrucción de Irak. El resultado fue la explosión de una guerra civil.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios