Loeb adquiere categoría de invencible en el asfalto

El francés Sébastien Loeb (Citroën) suma y sigue en asfalto. El campeón galo ha dado en Cataluña una nueva vuelta de tuerca a su dominio en los rallys, y especialmente de tierra, hasta convertirse en poco menos que invencible. El suyo es un recorrido hacia el quinto mundial consecutivo sin trabas ni rivales que le puedan toser. Sólo su compañero de escudería, el español Daniel Sordo, parece capacitado para seguirle la estela, pero en cualquier caso a una distancia que el cántabro, una y otra vez en las carreteras catalanas, ha sido incapaz de reducir. Los Ford del finlandés Mikko Hirvonen y del belga François Duval tenían el propósito de sacarse en Tarragona la espina clavada que penetró en el alma de la escudería británica después de perder el rally de Nueva Zelanda, cuando todo estaba en sus manos. En el rally de Cataluña, poco menos que los Ford han hecho lo que han podido, hasta llegada la última etapa cuando Duval, tercero, cedió segundos para que Hirvonen le pasase y pudiera sumar seis puntos. Al final, Loeb simplemente conservó la ventaja adquirida en las dos primera etapas. Hizo una administración perfecta. De ganar diez de los doce tramos de las dos primeras jornadas, acabó cediendo terreno en favor de su compañero Sordo y de sus rivales en Ford. Simplemente levantó el pie del acelerador y se encaminó al decimoctavo tramo para estrechar una vez más la mano con su copiloto, el monegasco Daniel Elena, y celebrar el triunfo. En total, Loeb sumaba le triunfo en once tramos para que le catapultasen a una nueva victoria, la que hace 45 rallys, todo un récord con el Citroën C4 WRC. El francés está a un paso de proclamarse por quinta vez campeón del mundo, un objetivo nunca alcanzado por otro piloto, ya que las leyendas de los finlandeses Juha Kankkunen y Tommi Makinen se quedaron en los cuatro títulos mundiales cada uno. El de Cataluña ha sido para Loeb su novena victoria este año, de doce disputadas, y la cuarta consecutiva, además de haber conseguido Citroën el tercer doblete del campeonato, con el francés primero y Sordo segundo. Todo apunta a que en breve, la escudería gala volverá a hacer doblete con los mundiales de pilotos y constructores, como en los tres anteriores años. Por lo que respecta a Daniel Sordo, el cántabro deberá esperar a una nueva oportunidad para estrenarse como vencedor en una prueba del mundial. A pesar de que la victoria hubiese estado a su alcance, es más que probable que Citroën lo hubiese sacrificado para ayudar a Loeb. Pero es que Sordo no pudo nunca con Loeb. A Sordo le fascina la flema del galo, que actúa como si no pasase nada, como si lo que está haciendo estuviese al alcance de cualquiera. Sordo apretó, puso el coche al límite, hasta la raya que separa la prudencia de la temeridad. Y el cántabro no quiso accidentar su vehículo y prefirió jugar la baza de su equipo para hacer el doblete. Una rally más, Sordo se queda en la penumbra y, hasta que Loeb no gane el mundial, al cántabro le queda una labor muy secundaria. No obstante, Sordo no desaprovechará la oportunidad de meterle el morro en la clasificación, aunque después deba dejarlo pasar. Sólo con este hecho, a Sordo la cambiaría la cara que se le ha puesto tras el Cataluña. El próximo viernes en la isla de Córcega, el rally volverá a ponerse en marcha y nuevamente el asfalto se presenta como territorio vedado para Loeb y los Citroën. Los Ford intentarán retrasar al máximo la proclamación del francés como campeón, y para ello será suficiente acabar la carrera en los puestos altos, ya que un segundo lugar de Loeb y que Hirvonen no puntúe, el mundial quedará sentenciado. La isla francesa también decidirá la semana que viene el mundial júnior, ya que será la última carrera, tras la prueba catalana. Después de que el checo Martin Prokop (Citron C2) se proclamase ganador en Cataluña, al aprovechar un accidente del líder de la carrera en la etapa de ayer, el francés Sébastien Ogier (Citroën C2), que no puntuó, el galo se encuentra con 34 puntos y aventaja en cuatro al danés Aaron Burkart, que acabó tercero en las carreteras de Tarragona.