Llega el efecto Lang Lang

Lunes, 20 de julio 2020, 06:57

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

El pianista chino Lang Lang está haciendo su particular grand tour por Europa. Tres meses en el Viejo Continente en una gira que le llevará de Suiza a Reino Unido pasando por Noruega, Alemania o España. Una de sus paradas será el teatro Pérez Galdós, que ha vendido prácticamente su aforo durante dos noches, las del 15 y el 16 de marzo. Dice que es capaz de recordar su vida desde que tiene dos años. Quizás por eso, su propia historia, cuando no llega a la treintena, no le cabe en la cabeza y la ha dejado por escrito en una auto-hagiografía en la que explica cómo las fuerzas cosmológicas se aliaron con la disciplina fanática de su progenitor para que desarrollara su talento. Y como buen chino, ni se rebeló ni se rebela. Comprende, dice, por qué su padre le dijo a los 10 años que se suicidara por no lograr pasar un examen de ingreso, o que se enfadara si su madre le contaba un cuento.

Pero todo eso ha pasado. Ahora Lang Lang (Shenyang, 1982) viaja en primera, se sube a coches deportivos y lo recibe Bill Clinton, Barack Obama, Isabel II, Hu Jin-Tao o la reina Sofía. Sale en televisión, interpreta en las salas más «prestiogiosas» del mundo y, al menos, 40 millones de niños chinos quieren ser como él y tocar el piano -espero que no a la vez-. Su imagen se asocia a Audi, Mont Blanc y Adidas, abrió los Juegos Olímpicos de Pekín, hace las veces de embajador de buena voluntad de UNICEF, tiene una fundación para jóvenes talentos y Steinway le ha dedicado un modelo de pianos el Lang Lang Steinway, «pequeño, práctico y barato» para que quepa en las casas chinas.

Lang Lang tocará en el Galdós -entradas entre 30 y 50 euros- este martes y miércoles un programa compuesto en la primera parte por obras de J.S. Bach, y Schubert, reservando para la segunda Doce estudios de Chopin, Op. 25. Cuando quiere bromear interpreta precisamente uno de ellos sosteniendo una naranja con su mano derecha.

Top 50