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Las revisiones del catastro aumentan el ingreso del IBI

Las revisiones del catastro aumentan el ingreso del IBI

Jueves, 1 de enero 1970

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Las revisiones del Catastro han hecho aflorar mayor superficie impositiva. «Las inspecciones permiten, por ejemplo, descubrir que donde antes había una azotea, ahora hay un piso que debe pagar el IBI», explica el Ayuntamiento, «y eso justifica el aumento de ingresos». Sin embargo, el PP lo atribuye al «catastrazo».

Los casi 3,4 millones de euros de más sobre las previsiones anuales de ingresos por el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que hasta septiembre se han contabilizado -aunque no cobrado- en las cuentas del Ayuntamiento se deben en buena medida a la actividad inspectora de la Gerencia Regional del Catastro. Las revisiones que hace este organismo, dependiente de la Secretaría de Estado de Hacienda, permiten descubrir nuevas realidades constructivas sobre las que se aplica el IBI, lo que explica el aumento de los derechos netos de cobro en 3,4 millones de euros sobre las previsiones para todo el año. «Los incrementos en la recaudación prevista del IBI se explican por una mejor gestión tributaria y los procedimientos específicos de regularización catastral que realiza el Catastro, con nuevas incorporaciones o alteraciones de sus características, es decir, que se detecten elementos como piscinas, cerramiento de patios..., que comportan más superficie», explican desde el área de Hacienda. Sin embargo, desde el Partido Popular, su portavoz, Juan José Cardona, entiende que este aumento se explica por el catastrazo, la revisión al alza de un 10% de los valores catastrales solicitada por el Ayuntamiento el 29 de julio de 2015. El gobierno local asegura que la revisión de valores no ha tenido efecto sobre el recibo de los contribuyentes. Sin embargo, al aumentar el valor catastral, se anuló la disminución del tipo impositivo que entró en vigor en 2016. Y se privó a los ciudadanos de un descenso del 10% en sus recibos. Póngase como ejemplo una casa con un valor de 30.000 euros. En 2015 y en 2016 pagarían lo mismo, en torno a 221,1 euros, porque se compensó la bajada del tipo en 2016 (del 0,737% al 0,67%) con la subida del 10% del valor catastral. Pero lo que ha ocurrido es que se ha evitado la merma de ingresos para el Ayuntamiento porque si no se hubiera revisado el coeficiente catastral, el dueño de la casa hubiera pagado 201 euros, en vez de 221.

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