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La Sala que mueve el teatro isleño

La Sala que mueve el teatro isleño

Jueves, 1 de enero 1970

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En tiempos de crisis, económica y cultural, parece increíble que un grupo de particulares, artistas amateur, se aventure a abrir un espacio escénico. Pero los hay. Ana Belén Pueyo, Toni Ramos, Yolanda Pérez, Iluminada Romero y Soledad Marrero se han lanzado y el pasado viernes inauguraron La Sala.

La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria cuenta desde el pasado viernes con un nuevo recinto escénico. La Sala, sita en la calle Pino Apolinario, número 22, nace con la intención de convertirse «en un punto de referencia y encuentro cultural, donde se facilite la puesta en escena de diferentes espectáculos, ofreciendo la máxima difusión y continuidad a los mismos». Esa es la teoría pero, ¿y en la práctica? Sus fundadores, Ana Belén Pueyo, Toni Ramos, Yolanda Pérez, Iluminada Romero y Soledad Marrero, aseguran que La Sala nace con la idea de «representar nuestros propios espectáculos», ante la falta de locales públicos o privados donde hacerlo. Pero también «para que lo hagan otros grupos que no tienen cabida en los teatros» de Las Palmas de Gran Canaria donde, aseguran, cada vez hay menos oportunidades para los grupos canarios.

Ellos se conocieron en 1998, durante la realización de un taller de teatro. Desde aquel año hasta ahora han hecho sus pinitos, aunque, dicen, «ninguno nos dedicamos a esto (la interpretación) de verdad». Sin embargo, le ponen ganas, tiempo y dinero como si fueran profesionales. Hace unos meses de decidieron a tener su propio espacio donde montar sus funciones. Buscando, encontraron el local de Pino Apolinario. «Nos lo hemos currado nosotros mismo hasta el último detalle», apunta Ana Belén Pueyo.

Y como todos reconocen, «trabajamos por las mañanas para gastarnos el dinero por la tarde». No han contado con ninguna ayuda institucional para montar La Sala, ni falta «para qué pedir, no nos iban a dar nada», se ríen. Ahora, una vez abierto el telón, esperan que el recinto escénico no sea sólo cosa de los fundadores. «No somos un grupo cerrado, participa más gente con nosotros, y la familia ha sido muy importante. Pero además esperamos que otros artistas nos llamen y actúen aquí».

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