La patronal rechaza aplicar la tasa turística en las islas
EFE
Martes, 10 de noviembre 2015, 09:24
La patronal rechazó categóricamente la creación de una tasa turística para quienes visiten Canarias, una medida que UGT volvió a pedir que se instaure en la comunidad en un contexto de «lleno hotelero» y de «subida de precios de los paquetes turísticos».
El sindicato UGT reabrió el debate sobre la implantación en Canarias del cobro de una tasa turística, una opción que el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT) de Las Palmas, Fernando Fraile, rechazó con la contundencia habitual: «Debería descartarse por contraproducente, porque «cuanto más facilidades se le den al sector, mejores ocupaciones hay y más aumenta la recaudación de impuestos», insistió.
Con la creación de una tasa turística, en el mejor de los casos, concretó, «se estima una recaudación de 70 u 80 millones de euros, una cifra que se queda cuatro veces por debajo de lo que ha subido la recaudación por el IGIC que también pagan los turistas gracias al aumento de la ocupación hotelera de los últimos años. Fraile recordó que el IGIC se subió del 5% al 7% en 2012, «lo que ha hecho que la recaudación fiscal por el turismo ronde los 2.000 millones al año».
«Y eso debería ser suficiente para que la gente se encontrara satisfecha», porque imponer tasas, añadió Fraile, «iría en contra de esa situación de bonanza» del sector turístico.
El secretario general de UGT Canarias, Gustavo Santana, instaba horas antes al Gobierno Canario y a los partidos políticos a instaurar la tasa turística «un euro al día por visitante» en el proceso de aprobación de los presupuestos autonómicos. Santana afirmó que la patronal ha reconocido el aumento de los precios hoteleros ante el aumento de visitantes que cubrirá el 100% de las plazas alojativas, «lo que conlleva un aumento de beneficios empresariales» que, a su juicio, no está generando la creación de empleo ni mejoras salariales en el sector» equiparable a esta bonanza. «Lo razonable sería buscar un equilibrio entre la subida de los precios de los paquetes turísticos, la implantación de la tasa turística, y la subida de los salarios y la creación de empleo estable en el sector. La tasa turística, concluyó, debería ir «destinada a inversión pública y a planes de empleo».