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La masculinización de la mujer moderna aumenta la pérdida de su cabello

La masculinización de la mujer moderna aumenta la pérdida de su cabello

EFE

Jueves, 1 de enero 1970

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La mayor carga de trabajo, los puestos de gran responsabilidad, el estrés, el tipo de vida alimenticia y el mismo consumo de tabaco que el hombre han provocado una cierta masculinización en la mujer moderna, que se puede observar en un sensible aumento en la pérdida de cabello.

El doctor y director de la cátedra de Dermocosmética de la Universidad Miguel Hernández de Alicante, Manuel Asín, ha dicho este jueves a Efe que el tipo de vida que hace la mujer actual "no tiene nada que ver" con lo que hacían sus abuelas, lo que provoca "una cierta masculinización que afecta en todos los sentidos y se ve un incremento de la alopecia androgenética en la mujer".

Con independencia a eso, la mujer también tiene otros tipos de alopecias que son más propias a su sexo como la carencial, por falta de alguna sustancia como hierro y ácido fólico, y otras por la alteración de las hormonas, como puede suceder con los problemas de tiroides o de ovarios.

"Hay otra alopecia ligada con las hormonas por carencia, que es la que se presenta después de la menopausia, cuando la pérdida de hormonas afecta al secado de la piel y determinadas mucosas y, también, a la calidad el pelo, ya que suele acompañar un cierto compromiso circulatorio, que influye en que no lleguen suficientes nutrientes al cuero cabelludo", ha precisado.

Asín, quien formará parte del equipo de la Clínica Dermatológica Ivalia Dermis de Las Palmas de Gran Canaria dentro de su nueva Unidad de Alteraciones y Caída del Pelo, ha asegurado que este problema puede ser diagnosticado con la visita al dermatólogo, y tratado suplementando las carencias o corrigiendo las alteraciones hormonales.

Manuel Asín ha explicado que hay dos tipos de tratamientos: médicos y quirúrgicos, los primeros después de un estudio que detecte dónde está el problema.

"En el caso de una carencia -ha explicado-, sería a base de suplementos y, si fuera una alteración hormonal, un tratamiento recomendado por el dermatólogo en colaboración con el especialista adecuado", como puede ser el endocrinólogo o ginecólogo, y si todo eso fallara se pasaría a la cirugía.

En este terreno ha recordado que la cirugía del cuero cabelludo se inició en 1953 en los Estados Unidos, a cargo de Oren Treizh, con el trasplante de unidades cilíndricas de 6 milímetros de la nuca hacia las partes anteriores de la cabeza. "Tuvo una efectividad con el denominado pelo de muñeca, que no era estético pero sí permanecía en el cuero cabelludo", ha observado.

"Posteriormente, en el 1964, el australiano Marit ideó que estas unidades cilíndricas de 6 milímetros se podían dividir en cuatro y colocarlas en las líneas anteriores y, de esa manera, nació la microcirugía del cuero cabelludo, que se ha ido refinando a lo largo de los años", ha agregado.

Asín ha precisado que lleva practicando desde hace dos años la extracción de las unidades funiculares mediante bisturí muy pequeños, de 0,8 milímetros, que permite la extracción de 1.000 a 1.500 unidades sin dejar ninguna cicatriz.

"Esta técnica se va haciendo paulatinamente en una o dos sesiones y, con unos aparatos implantadores, estas pequeñas unidades que se han extraído se trasplantan a las zonas alopécicas, y de esta manera se consigue un resultado natural en el cabello", ha informado.

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