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La isleña Edna López triunfa con su imaginación desatada

La isleña Edna López triunfa con su imaginación desatada

Jueves, 1 de enero 1970

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Nunca se había presentado a un concurso y, de repente, gana dos: el de cuentos Ciudad de Tudela y el de literatura infantil Edebé, dotado de 25.000 euros. Gracias a este premio, la primera novela de la tinerfeña Edna López estará en las librerías en primavera. La joven atura estaba ayer sumamente feliz. Acababa de ganar el premio Edebé de literatura infantil con su novela En busca del tesoro de Kola, una aventura que se desarrolla en una isla imaginaria llena de lugares y personajes sorprendentes. «Es lo primero que presento a un concurso», explica pletórica y risueña desde Barcelona, donde hoy recogerá el premio en una fiesta.

Su obra compitió con 452 originales en la 19 edición de este concurso, en el que la madrileña Susana Vallejo obtuvo el premio de literatura juvenil con El espíritu del último verano.

La canaria, abogada y estudiante de Antropología, volcó en las páginas de su ópera prima su «imaginación más salvaje» para contar una historia que le interesaba mucho. «En busca del tesoro de Kola es una novela de aventuras. Parece muy fantástica, pero tiene elementos reales. Para mí prosigue lo más importante son los discos de phaistos: una reliquia arqueológica encontrada en una excavación de restos minoicos, en Creta, a principios siglo XX. Los discos tienen una escritura grabada en espiral con símbolos jeroglíficos. Se han comparado con otros códigos pero no han encontrado nada igual. Es un lenguaje perdido que se ha prestado a muchas interpretaciones. Recojo esos símbolos en una carta que recibe el protagonista de la novela donde se le indica la ubicación de un tesoro», explica la joven autora, integrante de una extensa comunidad internacional de buscadores de tesoros.

La acción se sitúa en la isla imaginaria de Kola. Un lugar fantástico, con «bosques de baobabs y desiertos de colores», poblado por «personajes muy pintorescos, como una niña menguante, un taimado cazador, un mensajero que vive en la tripa de un oso y una hechicera».

Esta ha sido la primera incursión de López en la literatura infantil. «El otro premio, el concurso de relatos Ciudad de Tudela, lo he ganado con cuentos para adultos. Normalmente no escribo para niños. Lo que pasó es que quería escribir algo sobre los discos de phaistos, pero sonaba demasiado ficticio para los lectores adultos, así que lo enfoqué para el público infantil», confiesa.

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