La inauguración de Zimmermann
El virtuosismo del violinista alemán Frank-Peter Zimmermann fue anoche lo más destacado de la inauguración, en Gran Canaria, de la 33ª edición del Festival de Música de Canarias. Tocó junto a la Mahler Chamber Orchestra en el Auditorio Alfredo Kraus.
Un festival musical invita a la fiesta, a la diversión. Incluso, cuando se trata de música clásica. A pesar de ello, la puesta de largo grancanaria de la 33ª edición del Festival de Música de Canarias, en el Auditorio Alfredo Kraus, fue más bien fría. Solo el virtuosismo del violinista alemán Frank-Peter Zimmermann sacó de su letargo a un público que, ni de lejos, se entregó como acostumbra a lo que ofreció la solvente Mahler Chamber Orchestra, bajo la dirección del checo Jakub Hrusa. Zimmermann, un viejo conocido de los melómanos isleños, volvió a ofrecer todo un recital de virtuosismo y sensibilidad para deleite del público. Tocó con la Mahler Chamber Orchestra el Concierto para violín y orquesta nº1 en Re mayor, opus 19, del ruso Serguéi Prokófiev. Regaló una propina, antes del descanso, con la que ya se metió al respetable en el bolsillo. Antes, como punto de partida, la formación orquestal que dirigió Jakub Hrusa interpretó la pieza Chamán, del compositor canario Gustavo A. Trujillo. Con aplausos que sonaron a protocolo forzado fue recibido este concierto sinfónico, que se estrenó, en 2008, por encargo del Festival de Música de La Orotava. No resulta una novedad, a estas alturas, que para los asiduos a esta cita musical invernal, la música contemporánea no se encuentra entre sus favoritas. La segunda parte tuvo como protagonista al compositor checo Antonín Dvorâk. En concreto, la Mahler Chamber, una formación de músicos que se reúne cada año de forma excepcional para realizar giras por Europa y el resto del mundo, dio vida a una triple composición. Se trata de Nature, Life and Love (Naturaleza, vida y amor), que Dvorâk compuso en 1891 y que trabajó de forma separada, aunque con un corpus musical común, tal y como explicaba este domingo Marina Hervás, en el programa de mano. De forma solvente y brillante, a tenor de la recepción popular, la Mahler Chamber Orchestra intepretó En el reino de la Naturaleza (opus 91), Carnaval (opus 92) que logró el mayor aplauso y Otelo (opus 93). Jakub Hrusa y sus pupilos ofrecieron dos propinas, más por generosidad propia que por una petición de los asistentes a este segundo concierto inagural el primero fue el sábado en Tenerife-.
