La huelga de hambre pasa ya factura en Margarita Alonso

Gaumet Florido
GAUMET FLORIDO

Como un reloj. A las tres de la madrugada, como venía sucediendo desde hacía tres días, Margarita Alonso, en huelga de hambre en el aeropuerto, se despertó agitada y desorientada, con temblores en manos y pies. La trasladaron al hospital y le pusieron suero. La conclusión: el ayuno ya le pasa factura.

Fue en la noche del domingo al lunes. Mientras AENA se lo piensa, la salud de la portavoz de los afectados por la ampliación del aeropuerto empieza a dar síntomas de resquebrajarse. Se la llevaron en la ambulancia y no volvió hasta las 9 de la mañana. «Me dicen que tengo el cerebro estresado porque no duermo y que por eso reacciono así», explicaba este lunes, pasado el mediodía. Estaba acostada porque los médicos le han aconsejado estar tumbada. «Ante la falta de alimentos, el cuerpo reserva la energía para los órganos vitales, de ahí que ahora tenga problemas de circulación en pies y manos», cuenta que le dijeron. Estar acostada facilita que la sangre baje y suba de las piernas.

Temas

Telde