La excelencia de Araujo
No hay debate con Sergio Araujo. Aunque acumule cuatro jornadas sin marcar, la última vez lo hizo contra la Ponferradina (2-2) el 25 de octubre, su trascendencia en el campo no se limita a su puntería. Ayer volvió a ser definitivo sin festejar un gol.
Paco Herrera mantuvo una charla con el argentino tras el entrenamiento del jueves. Su objetivo, restar ansiedad al delantero por su poca pericia en las últimas jornadas. El entrenador valora el sacrificio y generosidad en el área de un futbolista que, por rol, debe ser egoísta ante la portería. Ayer, cuando el partido languidecía encauzado irremediablemente al empate, robó cerca de la línea divisoria y, quitándose rivales de encima, profundizó hasta el fondo y puso en las botas de Vicente el balón para que empujase a la red. Tres puntos en lugar de uno. Araujo volvió a quedarse a cero, pero el equipo se llevó el botín del José Zorrilla gracias a su intermediación.
Aunque su cuenta goleadora se haya estancado en 9 tantos desde hace un mes, Araujo también hace regalos a sus compañeros. Con la de ayer a Gómez suma ya cuatro asistencias en 14 partidos, lo que en suma supone su intervención en 13 de los 24 tantos que acumula el equipo. Y todos ellos con una alta rentabilidad aritmética. Además de ceder a Momo en el gol del Heliodoro Rodríguez, único estéril, también asistió a Nauzet Alemán en la goleada al Alcorcón (4-1), y a Guzmán hace quince días en la trascendental victoria en Montilivi frente al Girona. Ayer, en el minuto 78, y tras no poder inflar sus estadísticas personales a pesar de disfrutar de varias ocasiones claras, volvió a construir un gol desde la banda derecha. Araujo deberá esperar una semana más para alcanzar su décima diana como amarillo, pero ayer volvió a ser trascendental.