La Arista. CC se mueve
Domingo, 4 de febrero 2007, 14:44
A pesar de todos los pesares. A pesar del desgaste y el desbarajuste que acompaña siempre a Coalición Canaria, la formación nacionalista logró, ayer, sin mayores escándalos mediáticos, consensuar a Paulino Rivero como 'el candidato'. Pero, al margen de obtener un nombre para la presidencia, lo realmente destacable del proceso, que concluyó ayer, es que se impone, en el ámbito nacionalista, un margen para el cambio de equilibrios y de socios. Los nacionalistas dejaron listo un escenario desde el que posibilitar un acercarmiento al PSOE.
Los nacionalistas están logrando colocar las piezas adecuadas en un nuevo marco, para disipar las dudas y la desconfianza que tiene Juan Fernando López Aguilar hacia los distintos sectores y personas que conforman CC. El objetivo es arrastrar al 'nuevo PSOE' hacia posiciones que faciliten un posible entendimiento de cara al futuro Gobierno regional tras las elecciones de mayo del 2007. El nuevo escenario nacido ayer con Paulino Rivero al frente, rompe la alianza que sobrevive en CC con el PP, cuyos últimos gestos se evidenciaron tras la tenaza judicial a Zerolo y en el apoyo de José Manuel Soria a Adán Martín en el debate del Estado de la Nacionalidad.
En esta nueva aventura, CC parte convencida de que por muy mal que sean los resultados, va a ser pieza fundamental para la gobernabilidad de Canarias y de muchas de las instituciones locales. Facilita esta expectativa el hecho de que todas las encuestas, con las que ahora mismo cuentan los partidos implicados, no den un resultado claro en ninguna de las instituciones. Es más, la irrupción de López Aguilar, a falta de valorar su proyección en la campaña electoral, ha dislocado todas las mayorías, especialmente las de Gran Canaria, donde se librará la gran batalla electoral.
La salida de Adán Martín y el debilitamiento interno y externo de ATI, así como la presencia de Paulino Rivero en la candidatura a la presidencia, influye también en esta nueva posibilidad. La carga de compromisos políticos que asume Rivero, especialmente con los grancanarios, (primeros interesados y empeñados en un acercamiento global después de las elecciones a los socialistas), es otro de los factores que impulsan a éstos a dicha estrategia. Concentra este grupo a los eternos aspirantes a la reedición del Pacto de Progreso, replegado por la hegemonía de ATI y la mayoría del PP en el Gobierno de Madrid, que trastocó el pacto de centro derecha, dejando importantes brechas abiertas, como la liderada por Román Rodríguez.
Madrid es la otra gran clave de la gobernabilidad de Canarias, y Paulino Rivero conoce a la perfección la política palaciega. Él y José Carlos Mauricio son los más conscientes de la necesidad de gobernar al hilo de lo que ocurra en Madrid. El Gobierno socialista continuará en el poder, como mínimo, dos años más, tiempo imprescindible para relanzar los grandes temas pendientes de legislaturas pasadas, a los que, con toda seguridad, se apunta el PSOE.
Los nacionalistas también son conscientes de que los socialistas sufren un descalabro interno, que solo superaran con las expectativas de poder. Saben que Juan Fernando López Aguilar ha sufrido un progresivo debilitamiento en su impulso inicial para mantener sus posiciones y aventurarse en solitario. De hecho, el viejo partido socialista, ha sabido aprovechar la ausencia del ministro para fortalecer sus lazos e imponer sus corrientes y lobbys internos. La candidatura al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y la autonomía de la que goza Jerónimo Saavedra, así como el reconocimiento a Juan Carlos Alemán en Tenerife, son claros indicios de que Aguilar ha rebajado sus pretensiones y ha pactado con lo que tiene en casa.
La vieja guardia socialista ha asimilado perfectamente, que en Canarias no es posible otra forma de gobernar que la que inventó el nacionalismo, y en su inmensa mayoría, se muestran partidarios de mantener abiertos todos los canales de comunicación con ellos y arrojarse en sus brazos tras las elecciones. Este sector socialista se siente, además, ideológicamente más cómodo en un pacto con los nacionalistas más progresistas, ya que son los que preparan, cuidadosamente, el camino para llevar al PSOE al pacto que, precisamente, menos agrada a Juan Fernando López Aguilar y a su círculo político.
Domingo@canarias7.es