El juego fue trabado desde el comienzo. Sólo habían transcurrido 46 segundos cuando Fabio Cannavaro le metió el codo en el pecho a Thierry Henry, que permaneció conmocionado durante dos minutos.
En el m.6, Marco Materazzi entró con la pierna en alto a Florent Malouda dentro del área y el árbitro argentino Horacio Elizondo señaló penalti. Zinedine Zidane, con un toque suave, envió el balón contra la parte inferior del larguero y el valón botó medio metro dentro de la puerta italiana antes de salir. El árbitro no dudó en dar validez al gol.
En el m.19, Andrea Pirlo sacó un córner en el flanco derecho, Marco Materazzi ganó en el salto a Patrick Vieira y conectó un cabezazo que batió a un sorprendido y poco inspirado Fabien Barthez precisamente por el lugar que estaba cubriendo.
Luca Toni cabeceó al larguero en el minuto 36 y el balón salió fuera, pocos segundos después de que el veterano Lilian Thuram evitara un peligroso remate del mismo delantero italiano.