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Imponen 10 años al violador del insular y de la terraza

Imponen 10 años al violador del insular y de la terraza

Antonio F. de la Gándara

Jueves, 1 de enero 1970

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Intentó violar a una joven en los lavabos del Hospital Insular en agosto de 2012; lo dejaron en libertad y, dos meses después, consumó la violación de otra mujer en las inmediaciones de un local de ocio. La Audiencia de Las Palmas ha condenado a Juan Trujillo Pérez a 9 años y 11 meses de cárcel. La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas notificó ayer la sentencia que condena a un total de nueve años y once meses de prisión a Juan Trujillo Pérez, el hombre que intentó violar a una joven en los lavabos del Hospital Insular y dos meses después consumó la violación de otra mujer en las inmediaciones de un terraza de ocio nocturno en la capital grancanaria. La sentencia, susceptible de recurso ante el Tribunal Supremo, declara probado que en la madrugada del 23 de agosto de 2012 el acusado se dirigió a una joven de 22 años cuando ésta se encontraba en las afueras del Hospital Insular fumando un cigarrillo tenía a su padre ingresado y cuando ella volvió a entrar al centro le fue detrás. La mujer, sospechando algo, entró en el baño, y cuando salió creyéndose que el acusado se había ido, este, «con la intención de mantener relaciones sexuales», se abalanzó sobre ella y la introdujo de nuevo en el servicio tratando de cerrar la puerta. «No consiguió su propósito por la reacción» de la joven, detalla el fallo, «que dio un grito aterrador y logró zafarse». Cuando no habían pasado dos meses del ataque, Trujillo volvió a actuar, esta vez el 20 de noviembre de 2012 según el fallo. A las cinco de la mañana, rondando por las inmediaciones del centro comercial El Muelle, se acercó a una joven que acababa de salir de un local de ocio nocturno y que estaba intentando arrancar su vehículo. Aprovechando un descuido, «se introdujo en el coche» y la violó amenazándola con un objeto punzante. Los porteros de local de ocio salían de su trabajo cuando vieron a la joven con su violador en el coche. Se fijaron, se extrañaron por la diferencia de edad y porque habían prohibido la entrada al local al acusado horas antes e intervinieron en la agresión, reteniendo al acusado hasta que vino la Polícía, pero sin librarse de sus golpes.

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