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EFE
Miércoles, 8 de febrero 2017, 00:00
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El exconseller de Presidencia Francesc Homs ha reconocido este miércoles que aseguró al Govern que no era ilegal mantener el 9N tras la suspensión del Constitucional porque el Alto Tribunal no aclaró el alcance de su prohibición ni el Gobierno quiso ser "más preciso" cuando impugnó la consulta. Homs ha declarado hoy como testigo, a propuesta de las defensas, en el juicio que se sigue en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) contra el expresidente de la Generalitat Artur Mas y las exconselleras Joana Ortega e Irene Rigau por mantener la consulta independentista del 9N después de que el TC la suspendiera. La declaración del exconseller y ahora diputado de PDeCAT en el Congreso se ha llevado a cabo en condiciones especiales: Homs ha testificado asistido por su abogada y, antes de iniciarse el interrogatorio, el presidente del TSJC, Jesús María Barrientos, le ha advertido de que no estaba obligado a contestar las preguntas que pudieran perjudicarle en el juicio que el Tribunal Supremo celebrará en las próximas semanas contra él por su papel en el 9N. En respuesta a Xavier Melero, abogado de Mas, el exconseller de Presidencia ha afirmado que, tras recabar la opinión de los servicios jurídicos de la Generalitat, dio cuenta al Govern de que "además de no incumplir la ley ni cometer ninguna irregularidad, tampoco incurría en ningún tipo penal" si mantenía la consulta independentista después de que el TC la suspendiera, el 4 de noviembre de 2014. Homs ha precisado que no fue un "mero transmisor" del dictamen de los servicios jurídicos de la Generalitat, de los que era responsable como conseller de Presidencia, sino que asumió plenamente su criterio: "yo configuré la decisión final". En una de las principales líneas esgrimidas por las defensas, Homs ha sostenido que no creía que el Govern cometiera "ninguna irregularidad" al mantener el proceso participativo porque el TC desoyó la petición del Gobierno de Mariano Rajoy de que advirtiera expresamente a la Generalitat de las consecuencias de seguir adelante con la consulta. Homs ha indicado que para calibrar el alcance de la suspensión es preciso valorar el "silencio" que el Constitucional mantuvo entre los días 4 y 9 de noviembre de 2014, pese a que el gobierno catalán le había solicitado por escrito que aclarara exactamente qué actos del proceso participativo quedaban expresamente prohibidos, lo que a su parecer no es "menor, ni baladí, ni neutro". "¿Dónde empezaba y dónde acababa el contenido de aquella presunta voluntad de suspenderlo exactamente todo?", ha apuntado Homs. En ese sentido, el exconseller se ha preguntado "por qué el Gobierno no fue más preciso a la hora de interponer el recurso" contra la consulta de independencia: "en la medida en que sabía que era un automatismo la decisión que tomaba el TC, podría haber sido mucho más preciso y no lo quiso ser", ha remachado. Homs, que ha insistido en el "menosprecio" con que el Gobierno se refirió a la consulta del 9N, ha alegado también que, aunque el ejecutivo catalán supo de la suspensión del TC por las portadas de la prensa, no fue informado formalmente de la orden, a diferencia de la notificación personal que recibieron los miembros del Govern cuando el Alto Tribunal anuló en 2015 la declaración de ruptura aprobada en el Parlament. Según el exconseller, tras garantizar al Govern que no era ilegal mantener el 9N, él mismo se ocupó de informar de la estrategia a seguir tras la suspensión, que incluía presentar una demanda ante el Tribunal Supremo por vulneración de los derechos fundamentales de participación ciudadana, libertad ideológica y de expresión. Después de la celebración de la consulta, se ha congratulado Homs, sintió avalada su opinión con el dictamen de la junta de fiscales de la Fiscalía Superior de Cataluña, que días después del 9N se opuso por unanimidad a querellarse contra Artur Mas por desobediencia, al entender que no existía una advertencia expresa del TC sobre las consecuencias de desoír su orden. La intervención de su abogada, Eva Labarta, ha impedido que Homs contestara a preguntas formuladas por los letrados sobre las instrucciones concretas que dio la Generalitat los días posteriores a la suspensión de la consulta, unos detalles que su letrada entendía podrían perjudicarle en su proceso penal ante el Supremo. Antes de finalizar su declaración, Homs ha ironizado sobre la decisión del fiscal de no preguntarle en la vista que se sigue en el TSJC, porque está pendiente de ser juzgado en el Supremo, exclamando: "¡qué lástima!".
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