Borrar
Hernández: "No quise poner pegas a una obra relevante"

Hernández: "No quise poner pegas a una obra relevante"

Antonio F. de la Gándara

Jueves, 1 de enero 1970

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El exjefe de la Costas, José María Hernández, negó ayer la comisión de cualquier ilegalidad en Tauro y afirmó que su único ánimo fue «no poner pegas donde no las había» para facilitar «la única regeneración de playa que se ha llevado a cabo en Gran Canaria en los últimos años».

El destituido jefe de la Demarcación de Costas de Canarias José María Hernández León rompió ayer su silencio sobre el caso de la playa de Tauro y en conversación con este periódico aseguró que en la obra «no hay nada ilegal ni irregular», sino «confusión», provocada por la «escasa positividad» de un ingeniero de su departamento, enemistado con él tras haberle denunciado por acoso laboral y ver el pleito archivado. Hernández León expuso que, como se informó ayer, «es cierto» que hay dos actas de replanteo divergentes emitidas el pasado 4 de febrero en referencia a la obra de la playa de Tauro, una firmada por el ingeniero de Costas Ignacio López en la que se desglosan supuestas irregularidades en el expediente y otra suscrita por él que afirma que tales fallos están subsanados, pero, detalló, lo que ocurrió es que López fue «poco positivo» e incluyó en su dictamen «temas que yo considero que son menores a la hora de redactar un acta». «Digamos que argumentaba que no se había firmado la entrega de los terrenos», rememoró, «pero ese mismo día firmamos un acta de entrega con asistencia de la representante de Patrimonio del Estado, o sea que de alguna forma se cumplía con ese trámite». «Después», añadió, «el ingeniero argumentaba que había viviendas en la zona de servidumbre; realmente las hay», enfatizó, «pero yo entendí que eso era subsanable y no afectaba a este tipo de obra, porque es una obra marítima, es la regeneración de una playa y consiste en acondicionar el terreno y poner una alfombra de arena, no tiene más ciencia». Hernández recalcó que los dos actos más relevantes de la obra son «el acta de replanteo y el acta de reconocimiento final de obra», que es el que faculta al concesionario para iniciar la explotación de los servicios. Enfatizó que «nunca» pensó en que se llevara a cabo el reconocimiento de obra «hasta que no estuvieran entregados esos terrenos al Estado».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios