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N. Solo
Jueves, 1 de enero 1970
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¿Puede hacer de malo malísimo alguien que ha encarnado a Abraham Lincoln? Pregunten a Daniel Day Lewis, por ejemplo... Pero antes que él, un antecedente en cuanto a maestría en la interpretación y capacidad para mutar de bueno buenísimo a malvado odioso: Henry Fonda (1905-1982). Se pasó casi toda su vida haciendo de americano casi perfecto, con personajes cargados de carácter, pero en los que prevalecían los valores del yanqui que quiere ser imitado. Hasta que llegó su hora, quiero decir, esa en la que Sergio Leone lo convenció para ser Frank, el asesino implacable de Érase una vez en el Oeste o Hasta que llegó su hora, como prefieran. La frialdad con la que decide liquidar a un niño es antológica y su muerte (oh, perdón por el spoiler).
Premiado. Recibió un Óscar honorífico cuando se le daba ya por amortizado y acto seguido ganó otro por En el estanque dorado. No pudo recogerlo porque la salud ya renqueaba. El arte se hereda. Sus hijos Peter y Jane siguieron su estela en la pantalla. Ella, como mucho más arte y muchas más suerte que él.
Su mejor película. Cuesta elegir, pero por el tipo de personaje, quizás Las uvas de la ira.
Su peor película. Como le pasa a otras leyendas, las últimas: Meteoro, El enjambre...
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