«Hay que aguantar; saldremos de ésta»

Orgulloso de ostentar el título del chocolatero en activo más antiguo de Europa, Subiza representa a la cuarta generación de un negocio que comenzó su bisabuelo Manuel en 1.841, y que ha superado el revés de la guerra y la batalla con las grandes superficies. El popular artesano presume también de que el ilustre Ernest Hemingway catase una de las codiciadas 5.000 tabletas que fabrica cada día.

- ¿Cuál es la clave para mantener a flote un negocio durante 171 años?

- Vender un artículo bueno, muchas ganas de trabajar y cumplir 90 años sin haber estado enfermo una sola vez. No he faltado a trabajar ni un día desde que comencé a los trece años.

- ¿Cómo lo consigue?

- Gracias a que me tomo una tableta al día de chocolate extrafino de 70% de cacao con leche. ¡El chocolate quita todos los males!

- ¿Qué época ha sido la más dura?

- La posguerra fue lo más difícil. Tuvimos que dejar de producir chocolate por la restricción de cupos de cacao y azúcar durante seis o siete años y dedicarnos al transporte de mercancías.

- ¿Está notando los efectos de la actual crisis financiera?

- En la tienda no estamos notando la crisis porque está muy bien situada. Pasa mucha gente por la calle Amaya (en Pamplona). El turismo también ayuda mucho.

- ¿Cuál es el país al que exportan más tabletas?

- Alemania. Al igual que aquí, lo que más gusta es el chocolate con mayor porcentaje de cacao, 70% o 80%, con naranja, aceite y miel.

- Podría contarnos el secreto de su chocolate...

- Estar recién hecho. Si el chocolate está mucho tiempo en la estantería pierde calidad, pierde su esencia. También es importante que tenga un alto porcentaje de cacao.

- ¿A qué le hubiese gustado dedicarse de no tener Chocolates Subiza?

- A vender algún producto, porque llevar una tienda es lo que más me gusta.

- Un consejo para que los autónomos prosperen en sus negocios.

- Seguir y aguantar, porque saldremos de ésta. Si conseguimos salir de la crisis que tuvimos entre los años 40 y 50, ahora también lograremos superar las adversidades. Tenemos que resistir para vencer.