«Éste no es el caso del talio»
(Información publicada en CANARIAS7 el pasado jueves en exclusiva sobre la vista del recurso de apelación contra la prisión preventiva del enfermero)
Antonio F. de la Gándara
Viernes, 8 de abril 2011, 13:41
El abogado del enfermero acusado de envenenar a su mujer pidió este miércoles ante la Audiencia Provincial de Las Palmas su «inmediata» libertad, y aseguró que la investigación no ha logrado pruebas de que suministrara talio a Laura. Por su parte, la fiscal anunció que ya estaba en otra tesis: «No es el caso del talio, hay otros datos», dijo.
El abogado defensor de César Iván R.A., el enfermero del Hospital Insular acusado de envenenar a su mujer hasta matarla, defendió ante la Sección Segunda de la Audiencia de Las Palmas su recurso de apelación contra el auto que dispuso su ingreso en prisión en pasado 12 de julio por presunto homicidio.
Alegó que no sólo que no hay pruebas de la acción criminal, sino que a la defensa se le ha negado la posibilidad de presentar testimonios médicos que avalarían su tesis exculpatoria.
El letrado José Álvarez relató a la Sala que el internista del Hospital Insular Alejandro Pérez Marín había comentado a Iván antes de que se dirigiera proceso contra él que en internet había encontrado un caso muy parecido al de su mujer en el que la paciente había fallecido por causas endógenas [no por factores externos]. «Pedí su citación dando el nombre y apellidos e informando de que trabajaba en el Insular, y la juez me lo negó, alegando que aportaba pocos datos para su localización», expuso».
El letrado recordó que las sospechas contra su cliente habían comenzado cuando un pariente de su mujer le vio tirando en el parking del Alcampo de Telde cajas de medicamentos. Recordó que se había llegado a afirmar en un medio de comunicación que se había confirmado que se trataba del metal pesado venenoso talio cuando en realidad era un antibiótico para infecciones cutáneas, Amikacina Normon. Enfatizó que el único análisis que habló de presencia anormal del metal pesado había sido una análitica de vello púbico realizada en el Hospital Insular cuando Laura aún estaba viva, y recalcó que el informe provisional de autopsia realizado por el Instituto de Medicina Legal el 13 de junio de 2010 no detectó talio, sino que se limitó a decir que aquel análisis del Insular hacía «sospechar» de la presencia de talio, pero sin confirmarlo (no dispone de laboratorio toxicológico).
Recordó que, a partir de ahí, todas las analíticas post mortem han asegurado que los niveles de talio eran normales. El abogado también aludió a que, al parecer difuminarse la tesis del talio, las acusaciones apuntan ahora hacia la insulina como agente tóxico, cuando, dijo, «tres de los endocrinos que han declarado en la investigación, los doctores Marrero, Martín y Rodríguez Pérez, han dicho que no se puede dictaminar sin dudas que la insulina hallada en el cuerpo de Laura fuera exógena».
Aseveró que fue el propio enfermero quien pidió que se practicara la autopsia su esposa «para descartar que la muerte fuera por una enfermedad hereditaria que pudiera contagiarse al hijo de ambos», y dijo que, en la larga testifical practicada en el Juzgado de Telde entre julio, agosto y septiembre pasados, la mayoría del personal médico que estuvo junto a Laura en sus últimos días «recordó que ella misma decía que de la única persona de la que no dudaría nunca sería de su marido».
Noticias relacionadas