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ESPANYOL-GETAFE (3-3). El Espanyol reacciona gracias a dos goles de Jonathan

Dos goles de Jonathan Soriano, el delantero que podría abandonar el Espanyol en los próximos días por el inminente fichaje de Walter Pandiani, rescataron al equipo catalán cuando el Getafe tenía casi asegurado el pase, tras colocarse con un 0-2 en el marcador al cuarto de hora de juego.

EFE/Javier Giraldo

Lunes, 20 de julio 2020, 12:11

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Empeñado en complicarse la vida, el Espanyol salvó la papeleta gracias a una segunda parte meritoria en la que destacó especialmente su joven delantero. Apenas había aparecido a lo largo de la temporada y probablemente se irá cedido en breve a algún equipo de Segunda, pero por una de esas curiosidades del fútbol, Jonathan se convirtió en el jugador determinante gracias dos goles que permiten a los blanquiazules meterse en los cuartos de final. Y eso que tres días después de enfrentarse al Barcelona en un intenso derbi, uno de esos partidos en los que la motivación ya viene de serie, el equipo de Lotina se dejó la concentración y la intensidad en el vestuario. Empezó el partido bostezando y el Getafe aplicó la receta para medirse a un equipo perdido: orden, calma, rapidez en el contragolpe y pocos miramientos a la hora de frenar al rival. Así se adueñó del choque en los primeros compases, y no tardó en adelantarse también en el marcador. Lo hizo en el tercer minuto de juego gracias a una jugada que resume lo que ocurre cuando un equipo está despierto y el otro aún no se ha levantado de la cama: Güiza superó a Moisés Hurtado por la banda izquierda y envió un balón a media altura a la frontal del área pequeña para que Riki, completamente desmarcado, anotase de cabeza el primer gol. La eliminatoria estaba igualada con 87 minutos de juego por delante. Descompuesto y superado, el Espanyol caminaba desconcertado. Sin un patrón concreto de juego, sin saber muy bien qué hacer con el balón, incapaz de crear juego y alarmantemente frágil en su propio campo, demostró una falta de adaptación preocupante. Todo lo contrario que el Getafe, un equipo correcto y con cierta chispa en la punta de ataque, gracias sobre todo a la inspiración de Riki, autor de los dos goles de su equipo. Tanto que, a la que amagó el golpe, el Espanyol se echó a temblar de mala manera. Ni siquiera la suerte le acompañó, porque al cuarto de hora el Getafe se adelantó 0-2 en el rechace de un córner aprovechado por Riki. Pintaba negro el panorama en Montjuic, donde sólo el Getafe se encontraba cómodo. Lotina no encontraba la tecla, los jugadores parecían atenazados y el público se impacientaba, pidiendo ya la presencia de Iván de la Peña. Sin 'Lo Pelat', el Espanyol no despliega un juego saneado y sólo crea peligro a base de empujones. Y en uno de esos trompicones encontró alivio el Espanyol. Domi avanzó por la banda izquierda y mandó un balón al área que la defensa del Getafe rechazó hacia el borde del área. Por allí apareció Eduardo Costa, que enganchó el esférico sin pensárselo dos veces. La volea sorprendió a Luis García, calmó los ánimos y reabrió la eliminatoria. Mucho debió gritar Lotina en el tiempo de descanso, porque al Espanyol le cambió la cara en la segunda parte. Con el 1-2 en el marcador, el equipo catalán multiplicó esfuerzos y encontró recursos ofensivos en las internadas de Juanfran y en la vivacidad de Coro. También en el acierto de Jonathan. En el arranque de la segunda parte, remató a gol un buen centro de Juanfran y diez minutos después, culminó un contragolpe junto a Coro que ponía por delante al Espanyol ante la sorpresa del Getafe, impotente y desconocido, muy cambiado en la reanudación. Parecía que el equipo madrileño dimitía definitivamente de la eliminatoria, porque el Espanyol avanzó líneas y tuvo oportunidades incluso para golear, pero el partido mantuvo la emoción hasta el pitido final. Al borde del minuto 90, el Getafe aprovechó una brecha en la defensa rival para acercarse al área de Gorka y forzar un penalti de Moisés a Diego Rivas que Pernía transformó en el 3-3. Sin embargo, no hubo tiempo para más. El Getafe quemó sus últimos cartuchos y el Espanyol se dedicó a defender el resultado con cierto sufrimiento para relajarse con el pitido final y disfrutar de una clasificación más sufrida de lo previsto.

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