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Errejón: «Los privilegiados tienen mucho poder, pero en Canarias más»

Errejón: «Los privilegiados tienen mucho poder, pero en Canarias más»

El ‘número dos’ de Podemos, autor intelectual de buena parte de su ideario, repasa la actualidad política del Estado en una entrevista concedida a CANARIAS7. Lamenta en voz alta que Rosell fuera descabalgada de las listas y habla del ecosistema del poder en Canarias, al que ve hostil.

Jueves, 1 de enero 1970

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Repite constantemente que del 26J saldrá un Gobierno, ¿de dónde sale ese optimismo?

El optimismo nos acompaña desde que nacimos porque nos empeñamos en que las cosas se podían cambiar. No ha sido fácil el camino, pero empujando y empujando cada vez estamos más cerca de cambiarlas. Y a cada proceso electoral crecen las opciones, porque hay una voluntad popular nueva de que las políticas se devuelvan a las personas y que las instituciones estén al servicio de la ciudadanía.

¿Pero cuál es la diferencia con respecto a diciembre?

Dos datos: ahora la gente tiene un mapa fijo de que votaron los españoles el 20 de diciembre. Antes de eso, lo que habian eran especulaciones y encuestas. Ahora ya tenemos un mapa fijo de lo que sucedió en el que se puede comparar. Que entonces le recomendaban a la mayor parte de la ciudadanía que estaba frustrada y deseaba un cambio que votaran a lo mismo de siempre, porque la alternativa del cambio no iba a tener la suficiente fuerza. Y no la tuvimos para conducir el Gobierno del cambio, pero sí tuvimos la suficiente para evitar que otros le dieran a la tecla de rebobinar y nos retrotrajeran al pasado y nos dejaran ante un Gobierno que se encastillara y se protegiera en las políticas del saqueo, del despilfarro y del saqueo a la gente trabajadora.

¿Y el otro dato?

Es que hemos visto cómo se han movido los equilibrios, y esa es la pregunta fundamental de estas elecciones, que es quién quiere acordar con quién. Si atendemos a las encuestas tendríamos en cuenta que el campo progresista aumenta en toda España y lo lideramos nosotros como alternativa al Partido Popular. Y eso significa que hay muchas condiciones para que el día 26 de junio podamos conformar un Gobierno que empiece a revertir las políticas que han hecho más ricos a una minoría mientras se empobrece a la mayoría, y podamos poner en prácticas medidas que durante la siguiente década puedan hacerse con la gente dentro, no con la gente fuera. Y luego creo que hay que vivir con una cierta normalidad; el 20 de diciembre dibujó un escenario de empate: los que querían bloquear no lo consiguieron, los que queríamos el cambio no pudimos empujarlo hacia adelante. Y nos quedamos en una situación de impasse. Por eso estas elecciones no son nuevas, en realidad son una especie de segunda vuelta o de desempate que va a resolver esta encrucijada. O un polo presidido por el PP, o un polo progresista encabezado por nosotros para el que nos hace falta el PSOE.

¿Y por qué ahora sí que incluyen al PSOE en su ecuación?

Se tiene que dar. Y cuando se tiene que dar se deben conseguir las condiciones para que eso sea posible. Durante un tiempo, en una transición histórica, nos vamos a tener que entender. La necesidad de un gobierno progresista en España pasa porque nos entendamos el PSOE como partido progresista, aunque no siempre lo ha hecho bien y está en un cierto retroceso, pero todavía representa a mucha gente, con un partido nuevo que lleva la bandera de la soberanía popular o la regeneración democrática que somos nosotros. Los números solo se darán si nos entendemos. Eso no significa que sea sencillo, porque, además, en estos últimos cuatros meses todos no hemos hecho las cosas bien. Y seguramente haya algunos obstáculos en el camino. Y, creo, además, que el Partido Socialista se está equivocando al elegirnos como contrincantes en esta campaña electoral. Creo que debería reordenarla porque estamos en una encrucijada histórica y no se puede equivocar. Esta alianza se tiene que dar ahora o se dará dentro de cuatro años. Lo que pasa es que es urgente que sea ahora.

¿Cuáles fueron los errores que reconoce que ha cometido Podemos en estos meses?

No tenemos problemas en reconocer que somos nuevos. Nunca habíamos estado en una situación en la que tuviéramos que negociar un Gobierno o una investidura. Pero algunos pensaron que como éramos nuevos nos íbamos a quebrar, que bastaría con darnos cualquier propuesta y que firmáramos un cheque en blanco al gobierno de Rivera con Sánchez por miedo a la presión. Podemos ser socios leales, pero no pasaríamos por el chantaje. Eso es no entender el cambio cultural que ha habido en España desde el 11 de mayo de 2011. Que se transformaran las políticas dotando de soberanía popular. Y nosotros nos podíamos haber explicado mejor, podíamos haber pecado menos de ingenuos en otras cosas, pero creo que en este tiempo histórico tan acelerado que vivimos dejan a esos meses en parte de la prehistoria.

Su candidatura en Canarias se ha visto golpeada por todo el relato del conflicto entre Soria y Rosell. ¿Temen a que eso tenga alguna repercusión en las urnas, teniendo en cuenta que Las Palmas es un territorio en el que siempre tienen grandes datos?

Lo valoro como gajes del oficio de la gente que siempre se enfrenta a los privilegiados. Porque ellos tienen mucho poder, pero en Canarias más. Porque se han construido redes de tipo caciquil con mucha capacidad de influencia y presión. Y con mucha capacidad de triturar. Afortunadamente vivimos otro momento histórico. Y por tanto seguimos aquí, y estamos en condiciones de disputarle la victoria en Canarias al Partido Popular y vamos a por un resultado histórico a pesar de todo lo que ha llovido sobre nosotros. El paladín de la caza de brujas y la máquina del fango contra nuestra candidata Victoria Rosell ha tenido que acabar dimitiendo porque se ha comprobado que en su posición como ministro decía a los españoles que se apretaran el cinturón cuando él cogía su dinero y se lo llevaba fuera de España para no tener que contribuir y no ejercer la solidaridad y pagar impuestos aquí. Eso ha dejado claro a qué intereses seguía. Sabíamos que iba a ser duro, especialmente en las Islas porque el cambio democrático en Canarias tiene adversarios poderosos.

¿Si Victoria Rosell resuelve su situación judicial entraría en un gobierno de Podemos?

Por supuesto. Es una magnífica compañera de la que estamos muy orgullosos, y a la que estamos muy agradecidos por el paso que dio y seguimos contando con ella. Ha vuelto a su situación profesional y desde ahí limpiará el fango que se ha usado contra ella, que es contra el cambio político en realidad. Cuando todo eso se quede, como siempre sucede con nosotros en agua de borrajas, porque siempre pasa lo mismo, tiene las puertas abiertas porque es un activo del cambio.

¿Desde la experiencia de los últimos meses ha cambiado algo la visión de hasta dónde puede llegar el proyecto de Podemos?

Lo que tenemos que tener claras son las lealtades. Nos han preguntado muchas veces si vamos a hacer todo lo que decimos. Y yo no puedo garantizar que cumplamos con todo lo que decimos. Pero sí que podemos garantizar que seremos leales. El cambio tiene enemigos poderosos y no siempre vamos a poder cambiar todo lo que queremos. Vamos a tener que negociar con actores importantes que no nos van a dejar avanzar. Pero cuando tengamos que elegir siempre lo haremos a favor de nuestra gente. En algún momento vamos a tener que hacer ajustes, pero no los haremos caer sobre nuestra gente.

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