Enseñar el arte de la solidaridad
Algo más de medio centenar de niños y niñas, de entre 8 y 12 años, participa en una nueva edición de los talleres navideños que organiza el CAAM. Puede que de entre todos ellos algunos lleguen a ser artistas, otros, quizás, se vinculen al museo como público, pero lo que parece seguro es que todos van a aprender a hacer algo por los demás.
La infancia y la creatividad van unidas. Al menos así lo cree Conchi Jiménez, del departamento de Educación y Acción Cultural del Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM). Lo dice por su experiencia profesional con los niños y niñas que cada año acuden a los talleres que organizan. La solidaridad, en cambio, se aprende. Unir el arte y la ayuda a los demás es el objetivo del campus navideño que organiza el museo de Vegueta. Más de medio centenar de niños y niñas participa en esta nueva edición que se inició ayer. El primer día es el más difícil. La mayoría no se conoce, son de diferentes edades y provienen de distintos tipos de familias. Sin embargo se adaptan pronto. Una hora después del primer encuentro ya están pintando. «Vamos a dibujar una selva, será su selva, como ustedes la quieran imaginar», les dicen Conchi Jiménez y Daniel Paunero. El folio en blanco no es ningún problema. Minutos después aparecen palmeras y los animales imaginarios se mezclan con los reales en paisajes de todo tipo. Hay un grupo trabando en el CAAM, el otro está en San Martín. «Muchos repiten de año en año» explica Inmaculada Pérez. En cuatro días van a decorar piedras, lámparas o lienzos inspirados en las exposiciones que acogen ambos centros para cambiarlos por comida en una tómbola solidaria. Su experiencia quedará reflejada en www.okuparte.com.
