En los huesos por el abandono

A Soledad, que llevaba tiempo buscando una finca donde poner parte de su cuadra de once caballos que tiene en Luanfra, le habían dicho que por la zona de El Cubillo habían propietarios que quizás aceptasen alquilarle parte de sus terrenos para ese fin.

El pasado lunes se metió con su coche por una estrecha carretera que, partiendo de la gasolinera de El Cubillo, se adentra por la orilla derecha del Barranco Real hacia la costa. Allí, en una finca, descubrió algo que le erizó los pelos. «Yo penetré por una carretera», nos dice, «y llegué a una entrada sin cadena, así que pasé a ver si veía a alguien. Lo que descubrí en una explanada fue la existencia de dos yeguas amarradas a unas hileras de tablas que estaban en unas condiciones increíbles. Las dos estaban heridas, y una de ellas tenía un viejo corte en una de las patas que supuraba y que pedía a gritos la intervención de un veterinario. La otra estaba también en muy mal estado y, ambas, muy famélicas, como de no haber comido en semanas. Al lado había otros caballos, en mejor estado y también unos perros, algunos de ellos también en muy malas condiciones, como las yeguas».

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