Borrar

Eliminar la desigualdad de género, primer paso para acabar con la pobreza

EFE

Jueves, 1 de enero 1970

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Para erradicar la pobreza en 2030, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, hay que combatir primero la desigualdad de género que, solo en África Subsahariana, provoca pérdidas de 95.000 millones de dólares al año, afirma el experto del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD), Ayodele Odusola. "La mejor manera para acelerar de verdad la reducción de la pobreza es abordar la desigualdad de género. Hay que cerrar brechas. Hay que dar oportunidades a niñas y mujeres", asegura Odusola, economista jefe para África del PNUD, en una entrevista con Efe. La igualdad de género no es únicamente una cuestión política y social sino también económica, porque el crecimiento de los países se debilita cuando se excluye a las mujeres del mercado laboral. "El coste de la desigualdad de género está aumentando cada año", advierte Odusola. Entre 2010 y 2014 alcanzó una media de 95.000 millones de dólares en la región -el equivalente al 6% de su PIB-, con un máximo de 105.000 millones en 2014. Para calcular estas pérdidas, el PNUD tiene en cuenta diferentes variables que afectan al desarrollo económico de los países, como la la falta de acceso a la educación para las niñas, el matrimonio infantil, la violencia machista o la desigualdad salarial de las mujeres. Según sus estimaciones, un incremento del 1% en la desigualdad de género en cualquier país supone una caída de 0,75 puntos en el Índice de Desarrollo Humano (IDH). Odusola señala que las normas sociales tradicionales son una de las principales amenazas para el progreso femenino en el continente, ya que limitan su acceso a la educación, al mercado laboral y a los activos financieros. Organizaciones de derechos humanos denuncian que cerca del 40% de las menores de África Subsahariana son obligadas a casarse antes de los 18 años, lo que pone en riesgo sus vidas, les condena al analfabetismo y trunca cualquier oportunidad de futuro. Además, pese a que las mujeres son determinantes para alimentar el continente africano -producen el 90% de los alimentos-, su papel queda relegado al ámbito familiar, y son muy pocas las que tienen una cuenta bancaria o gestionan sus propios recursos económicos, que normalmente quedan en manos de los hombres. "Esta demostrado que cuando las mujeres tienen acceso a oportunidades económicas y sociales, toda la sociedad se beneficia", insiste en Odusola. Por eso, añade, es muy importante abordar esta cuestión si se quiere alcanzar el desarrollo en todos los países, porque "solo así se podrá acabar con la pobreza en 2030", uno de los diecisiete objetivos de la agenda de desarrollo de la ONU. Para lograrlo, hay que adoptar reformas legales, acelerar la participación de las mujeres en la toma de decisiones de sus países y permitir su acceso a la propiedad y a financiación. Algunos Gobiernos, critica Odusola, creen que la lucha contra la igualdad acaba cuando se da visibilidad a las mujeres en las autoridades, "pero la realidad demuestra que eso no es así". "Cuando una mujer llega a ministra, no conlleva el empoderamiento del resto de mujeres, porque la igualdad es un asunto multisectorial", advierte. Según el economista jefe del PNUD, el "verdadero reto" es garantizar la educación para todas las niñas, el acceso a los servicios básicos y la igualdad de oportunidades. El primer paso, opina, hay que darlo en las instituciones públicas: "Si los servicios públicos, el Gobierno y las instituciones no dan ejemplo y ofrecen igualdad de oportunidades a las mujeres, entonces es muy complicado pedírselo al sector privado".

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios