Borrar

El ‘efecto Grecia’

Jueves, 1 de enero 1970

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Las elecciones griegas del domingo 25 de enero marcan un antes y un después en la Unión Europea (UE). El triunfo de Syriza es, sobre todo, la expresión del rechazo de una parte significativa de la sociedad griega a las políticas de ajuste fiscal, que han supuesto aumento de impuestos, recortes en el gasto público, endeudamiento privado y público con intereses abusivos y falta de crédito. Llevando a reducciones salariales, creciente empobrecimiento de un amplio sector de su población y pérdida de derechos, ocasionando una auténtica devastación social. No lo tendrá nada fácil el nuevo Gobierno heleno para hacer crecer la economía, incrementar el empleo y mejorar las condiciones de vida de la mayoría. Syriza se quedó al borde de la mayoría absoluta, con el 36,34%, de los votos por el particular sistema electoral que otorga un plus de 50 diputados a la fuerza más votada. Precisará de un mayor apoyo social para afrontar la ingente tarea que le espera en un país rescatado y con un catastrófico panorama económico y social. Y que precisa de profundos cambios fiscales, de una eficaz lucha contra el fraude y la elevada corrupción además de la articulación de una economía productiva y sostenible. Tampoco lo tendrá fácil el primer ministro, Alexis Tsipras, con sus interlocutores europeos, con una mayoría de gobiernos completamente entregados al neoliberalismo; y con la dirección política de la Alemania de Merkel, contraria a un papel activo y solidario con los países del Sur. Pero el triunfo de Syriza ha abierto una brecha frente a la fracasada política impuesta por la Troika como la única posible. Es la primera ocasión en la etapa reciente de la crisis en la que las urnas ponen, al frente de un Ejecutivo de un país de la UE, a una formación política que basa su discurso en el rechazo de las políticas de austeridad y recortes. Y que plantea la renegociación de la deuda, con la quita de una parte de la misma, como ya se hizo en 1953, cuando el Acuerdo de Londres condonó más del 60% de la deuda alemana, posibilitando su recuperación y crecimiento. La deuda pública griega es superior a la española y sus condiciones sociales más graves, con mayor porcentaje de desempleados y de personas en situación de pobreza y exclusión. Pero los que desde PP, PSOE y CC han aplicado las políticas de austeridad y recortes deben tomar nota de lo sucedido en el país heleno.

urnas. El cansancio de la ciudadanía ante esas políticas injustas, que han incrementado el desempleo, deteriorado gravemente los servicios públicos e impulsado leyes que suponen la pérdida de derechos, se tiene que expresar en las urnas en los próximos comicios autonómicos y locales. Durante toda la legislatura, Nueva Canarias ha ejercido una crítica permanente a las políticas de austeridad y recortes del Gobierno estatal y del Ejecutivo canario. Rechazando las reducciones presupuestarias que han supuesto grandes pérdidas de recursos y de personal en sanidad, educación y dependencia así como una drástica disminución de las inversiones públicas. Y planteando alternativas nítidas, sensatas y realistas a las fracasadas políticas de austeridad que tanto sufrimiento están causando. Defendiendo una fiscalidad progresiva y justa, para que paguen los que más tienen y asimismo los que hoy no pagan, con una eficaz acción contra el fraude fiscal y los paraísos fiscales. Con la puesta en marcha de políticas de estímulo, que han mostrado su eficacia en Estados Unidos, Reino Unido o Japón, y que han defendido los premios Nobel de Economía Joseph Stiglitz y Paul Krugman. En ese sentido, nos opusimos a la reforma constitucional de PP y PSOE que, con la modificación del artículo 135, ponía por delante los deberes del Estado y de las comunidades frente a la deuda y el déficit y colocaba, de forma secundaria, el cumplimiento de los derechos de los ciudadanos en educación, sanidad y protección a las personas dependientes.

cc y psoe. Nos opusimos y oponemos también al Gobierno canario de CC y PSOE que reprodujo fielmente esas políticas de austeridad y que incluso llegó a alardear de ser los campeones del cumplimiento del déficit, dejando además de gastar, entre 2013 y 2014, unos 240 millones de euros, autorizados por el plan de estabilidad. Aunque eso fuera a costa de ser, sobre todo, los indiscutibles campeones de las listas de espera, de la nefasta aplicación de la ley de la dependencia y de los desahucios y la pobreza infantil. No nos limitamos a la crítica. Hemos hecho propuestas en el Parlamento canario en todos los ámbitos, desde la generación de empleo a la lucha contra la pobreza, pasando por la vivienda, las opciones frente a los desahucios y los planes de choque contra las listas de espera. Así como con enmiendas a la totalidad y alternativas a todas las leyes económicas y presupuestarias. Lo hemos hecho apoyando las huelgas generales y las distintas movilizaciones sociales contra la crisis y sus consecuencias. Lo hemos hecho en las corporaciones locales donde gobernamos, implementando medidas destinadas a frenar las duras consecuencias de las políticas de los gobiernos canario y estatal. Consideramos, al respecto, que decisiones como el plan de inversiones impulsado por Jean-Claude Juncker o la compra de deuda pública por parte del Banco Central Europeo (BCE), aunque tardías, apuntan en la buena dirección. Seguiremos trabajando para que en el Parlamento, que salga de las urnas el próximo 24 de mayo, Nueva Canarias tenga una mayor presencia; y desde la Cámara canaria, desde el conjunto de las instituciones del Archipiélago y desde la calle continuar insistiendo en que son posibles otras políticas centradas en el empleo, los derechos sociales, los servicios públicos y el bienestar de la mayoría. El efecto Grecia debería ser el del protagonismo ciudadano frente a las imposiciones de los poderes económicos, el de la democracia y los derechos sociales, el de la equidad y el fortalecimiento de los servicios públicos.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios