El Sevilla pone su ojo en Araujo
Sergio Araujo se ha convertido en una de las piezas más codiciadas del mercado de fichajes. Ya ha movido 2,5 millones de euros con la transferencia que realizó la UD al Boca Juniors por el 80% de sus derechos federativos y puede generar más movimientos si el Sevilla se lanza a por él como parece.
Desde la capital andaluza ha cobrado fuerza la posibilidad de que el Sevilla, huérfano en ataque por la inminente marcha del colombiano Bacca al Milan, vaya a por Sergio Araujo. Y con dinero en la cartera, pues la salida de su referente ofensivo rumbo a Italia dejaría 30 millones en las arcas. Curiosamente, en las dos últimas temporadas el puente aéreo entre las dos entidades se ha intensificado. Primero, en el verano de 2013, fue Vitolo el que cambió el amarillo por el blanco. Y doce meses atrás, el meta Barbosa. Las entidades han consolidado una gran relación apoyada en estas operaciones y ahora se abre la opción de una nueva. En la UD no tienen constancia oficial del posible interés del Sevilla por el ariete argentino. Y tras haber satisfecho su transferencia, señalan directamente a su cláusula de rescisión, fijada en 60 millones. «Aunque por la mitad se podría empezar a hablar», aseguran. Y es que sería un negocio redondo moverse en esos parámetros en el caso de que llamen a Pío XII desde Nervión. Más cuando recientemente se rechazó una propuesta de 10 millones.
Araujo, ya de vacaciones en Argentina, no es ajeno al ruido mediático que ha generado su espléndida temporada, coronada con 25 goles y el ascenso a Primera. Su compromiso con el club lo ha demostrado haciendo bueno el acuerdo alcanzado meses atrás hasta el año 2020. Y en las redes sociales también se ha manifestado recientemente en señal de agradecimiento a la confianza que han depositado en él. Pero la ley de oferta y demanda manda y los próximos días pueden deparar novedades.
En principio, Las Palmas se va a negar a incluir rebajas en el precio de su jugador franquicia. Y con su posición de fuerza como equipo de Primera, hay confianza en poder retenerle. Siempre y cuando no venga alguien con la chequera. Porque la UD siempre ha sido un club vendedor sin excepciones. Y Araujo, llegado el caso, no romperá esta política.