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El ring renace en Canarias

El ring renace en Canarias

Jueves, 1 de enero 1970

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La contribución del boxeo al deporte canario está fuera de toda duda. Campeones en España y Europa y figuras olímpicas adornan un historial que le eleva a esta disciplina a un lugar privilegiado en la memoria popular. Clubes, promotores y federación parecen dispuestos a honrar una herencia gloriosa y visitan CANARIAS7 para dar cuenta de sus propósitos.

Ver a Pedro Miranda bromear con Juan Carlos Lemus constituye una estampa privilegiada. Cetro continental frente a oro en Barcelona 92. Ni más ni menos. A su alrededor, eminencias como Agustín Reyes, Anaya o Ferino padre y entrenadores vanguardistas que han vuelto a colocar al púgil canario en el escaparate. «Estamos entre los mejores del país sin discusión. Y en la calle notamos a diario que la gente demanda boxeo, que sigue amando este deporte que tanto significó para el Archipiélago», asegura Anaya.

Pese a que los nuevos tiempos conllevan sus exigencias y dificultades, la pasión que les mueve («en esto se gana poco dinero y el que lo consigue, apenas da para ir tirando», apunta Yeray García) derribará todas las barreras. Chencho Domínguez, de El Tablero, adiestra a grandes promesas bajo el paraguas municipal, lo que le permite no cobrar tasa alguna a los meritorios: «Disfruto con lo que hago y poder desarrollar esta labor sin pedir a los chicos euro alguno desde luego que ayuda a fomentar esto». «No todos tienen los cuarenta y pico euros que cuesta la licencia. Tendríamos que lograr algún tipo de financiación para volver a llenar los gimnasios», solicita Reyes.

El apunte que llega desde La Aldea, con Vicente Montesdeoca, célebre en su etapa en activo con el apodo de El Estudiante, llama a la reflexión: «En nuestro club los aficionados ponen una cuota y en el banco tenemos algunos ahorros que nos permiten afrontar gastos». No todos pueden permitirse establecer un canon. «A los parados y más desfavorecidos les instruyo gratis y encantado», desliza Formento. José Santana, una autoridad en la materia por su historial siendo mentor de Miranda, pide «llevar el boxeo a las escuelas» como garantía para los relevos generacionales. Luego, muestra alguna disconformidad: «Hablamos de un deporte olímpico. Aquí necesitamos organizar interclubes, peleas entre los gimnasios, y unirnos más. Nuestro bien será seguir saliendo adelante. Yo no veo ahora el compromiso que me gustaría».

«Hay médicos, Cruz Roja, ambulancias, unas medidas de prevención que no se ven en otros deportes. Me río cuando hablan de que el boxeo es un deporte violento. El reglamento impide ir a hacer daño, golpes peligrosos... Ya está bien de referirse a nosotros en estos términos ofensivos», clama Miranda. «Tenemos que seguir apoyando a los buenos competidores, que los organismos públicos valoren lo que hacemos», solita Joaquín Placeres, padre de dos grandes púgiles. «En Telde esperamos que se cumpla lo que nos ha prometido la concejala Migdalia Rodríguez», interviene Ferino I, quien se muestra «esperanzado» en que en la Ciudad de Los Faycanes «se recupere el fomento por un deporte tan ejemplar».

José Delgado, del Polonia, confía «ilusionado» en que los progresos que detecta en la base «se consoliden en grandes figuras futuras», al igual que Paco Sánchez, quien admite estar «muy contento» de notar que el boxeo comienza a recuperar lustre por su empeño y el de sus colegas del gremio. Las nuevas tecnologías, que falicitan el reciclaje continuo («con internet ya no hay excusas para no estar a la última», avisa Formento), la importancia de las buenas relaciones y el espíritu colaboracionista reman en la misma dirección. El boxeo ha vuelto con fuerza para no volverse a ir.

Hay también espíritu crítico en la familia del boxeo en la provincia de Las Palmas. Y tampoco hace falta profundizar mucho para detectar una serie de problemas estructurales que se arrastra con pocas soluciones, de momento. «En Santa Lucía hay un montón de pabellones cerrados y todas la ayudas van a la natación, al windsurf y al fútbol. No es justo que sea yo el que deba pagar 1.200 euros de alquiler cuando tengo más de doscientos alumnos y con un campeón de Canarias y un subcampeón de España entre ellos», lamenta Araña. Carlos Formento también vive problemas logísticos en La Isleta: «Me parece increíble que al boxeo se le niegue sitio cuando hay locales municipales abandonados. Y somos nosotros los que tenemos que correr con gastos de todo tipo para desarrollar una labor que va más allá de lo deportivo, que es social».

Vicente Montesdecoa, El Estudiante, recuerda que La Gallera «se hizo por y para el boxeo». Además, Domingo Artiles pide «seriedad y unificación entre los clubes» a la hora de organizar entrenamientos: «Todos tenemos nuestros materiales y, por nuestro bien, y para la evolución del amateur, deberíamos ser más estrictos en todos los aspectos realizados con los sparring». «Nadie se desarrolla en su casa. Es necesario salir, enriquecerse. Siempre se ampliará el nivel y está en nuestras manos el colaborar más», apunta Osmany Medina, que recogió el guante lanzado por Lemus, quien lamenta cierta desunión existente a la hora de potenciar el aprendizaje. Juan Vera no deja atrás otro lastre: «Tenemos mala publicidad. Estamos discriminados en los medios. No somos matones. Somos gente formada, que cuida de los chicos y los forma con valores, normas y disciplina».

Texto íntegro en la edición impresa. Puede adquirir el PDF en este enlace: https://www.canarias7.es/servicios/suscribepdf.cfm

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