El regreso de Paulino Rivero parte a CC en dos

Almudena Sánchez
ALMUDENA SÁNCHEZ

El recuento de las papeletas fue de infarto. La segunda jornada del congreso se reanudó con unos pasillos que eran puro hervidero de encuentros. Dos rumores, que después se fueron confirmando, circularon a lo largo de toda la mañana: la petición de que se votara en secreto la plancha encabezada por el presidente del Gobierno, Paulino Rivero, y los intentos de los críticos, no ya en enfrentar una alternativa que dieron por perdida desde la noche anterior, sino enviar un serio aviso a la nueva dirección y actuar en consecuencia al solicitar el secreto de la votación. Después de que la mesa del congreso diera oficialidad a la candidatura de Rivero, el presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, tomó la palabra para pedir votación secreta. Resultado: 485 votos a favor (56,2%), 355 (44,3%) en contra, 18 abstenciones y 4 nulos de un total de 862 compromisarios que introdujeron su papeleta en la urna. Sólo 130 votos de diferencia. Paulino Rivero negó que fuera a presidir una organización partida. «No creo que el partido esté partido en dos, sino que se ha votado sanamente a una mayoría con responsabilidad para dirigirlo», contestó. Paulino Rivero rechazó cualquier interpretación de crisis interna; «el partido no está dividido -insistió-. Que haya delegados que opinen de forma diferente es un sano ejercicio democrático». El presidente reelegido explicó que la decisión que le llevó a volver fue su deseo de «mostrar apoyo moral y testimonial» al nuevo secretario general, José Miguel Barragán, pero además «para asumir el reto de que el partido tiene que ganar las elecciones de 2015». Ante las acusaciones de excesivo protagonismo, Rivero replicó que «mis vanidades políticas están cubiertas desde hace mucho tiempo». De todos modos, se defendió al recordar que Mariano Rajoy compatibiliza la Presidencia del Gobierno con la de su partido o el propio Artur Mas en Convergencia i Unió. Rivero afirmó que sí esperaba el resultado tras la votación de los nuevos estatutos en la madrugada del domingo