El presidente del Gobierno, Paulino Rivero, celebró que Repsol declare no haber encontrado petróleo rentable en la zona de los sondeos. Sin embargo, advirtió que seguirá con las acciones judiciales en marcha, hasta lograr que las aguas sean « canarias» y declararlas como «santuario de los cetáceos».
La retirada de la multinacional petrolera Repsol de la zona de las prospecciones no implicará que el Gobierno canario dé también por concluida la batalla judicial, ni tampoco que cierre ya la confrontación con el Ejecutivo de Mariano Rajoy.
El presidente Paulino Rivero compareció ayer viernes de forma imprevista, como lo ha venido haciendo en los últimos meses sobre los sondeos. En esta ocasión fue para dar una «buena noticia: el fracaso de Repsol es el éxito de Canarias», sentenció.
Sin embargo, lejos de firmar un armisticio, Rivero advirtió que, por una parte, «el Gobierno de Canarias seguirá trabajando en la Unión Europea para lograr el máximo nivel de protección de la zona». Se pretende que sea declarada como «santuario de los cetáceos» y se consolide como Lugar de Interés Comunitario ( LIC), propuesto en 2014 por el Ministerio de Medio Ambiente.
En segundo lugar, se «mantendrán los recursos abiertos en el Tribunal Supremo», aparte de emplearse a fondo hasta lograr que la comunidad autónoma sea titular de esas aguas.
En el plano político, el presidente insistió en el «trato colonial del Gobierno del PP» y en acusar al ministro José Manuel Soria de «cargar bien la mochila de Repsol» mediante la bonificación del impuesto de sociedades.
En el plano doméstico, Rivero valoró las movilizaciones sociales y las declaraciones institucionales contrarias a las prospecciones, ya que «han ayudado a crear conciencia de un solo pueblo», declamó.