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El presidente iraní, cuestionado por las ejecuciones de menores de edad

Reuters/EP

Martes, 21 de julio 2020, 15:14

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La elevada cifra de ejecuciones de menores de edad condenados a la pena capital en Irán está llevando a algunos ciudadanos iraníes a cuestionar el mandato del actual presidente del país, Hasan Rohani, por considerar que podría hacer mucho más para detener esta práctica.

Uno de los últimos casos que ha levantado más polémica es el de una joven de la provincia de Fars, en el sur de Irán, que fue ahorcada por haber matado a su marido asfixiándole después de haberle drogado. Fatemé Salbehi acabó con la vida de su esposo cuando tenía 17 años y fue ejecutada tras haber confesado el crimen durante unos interrogatorios en los que, además de ser menor de edad, no contaba con abogado.

El caso fue juzgado por segunda vez pero la joven finalmente fue condenada y ajusticiada en la prisión de Adel Abad en Shiraz en octubre de 2015. La ejecución de esta joven ha cobrado relevancia tras el informe sobre la situación de los Derechos Humanos en Irán publicado por Naciones Unidas en marzo, que denuncia un "alarmante incremento" de la tasa de ejecuciones, incluidas las de jóvenes.

El estudio de la ONU y el informe publicado por Amnistía Internacional en enero han llevado a ciudadanos iraníes a expresar su malestar en las redes sociales por considerar que el presidente Rohani podría haber hecho más para frenar las ejecuciones de jóvenes.

Irán tiene la mayor tasa de ejecuciones de jóvenes del mundo, a pesar de ser un país firmante de la Convención de Derechos del Niño, un tratado internacional sobre Derechos Humanos que prohíbe los castigos a personas de menos de 18 años de edad. Una semana antes de la ejecución de Salbehi, otro delincuente juvenil fue ejecutado por las autoridades de la República Islámica.

"El hecho de que haya dos ejecuciones en tan solo dos semanas solo demuestra lo indiferentes y despectivas que se muestran las autoridades iraníes con respecto a sus obligaciones", ha afirmado Raha Bahreini, la investigadora sobre Irán de Amnistía Internacional.

En la pasada década, el régimen de los ayatolás ejecutó a al menos 73 delincuentes menores de edad, según el último informe de esta ONG. Las ejecuciones de menores han continuado a pesar de las promesas en materia de Derechos Humanos que realizó Rohani en 2013.

Desde que llegó al cargo, el mandatario se ha centrado en la política exterior, con temas como el acuerdo nuclear sellado con el grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania), y ha obviado otros temas nacionales como las ejecuciones de menores, según sostienen analistas políticos.

"La administración no puede simplemente esconderse detrás del tema nuclear", ha afirmado el director ejecutivo de la organización Campaña Internacional para los Derechos Humanos en Irán, Hadi Ghaemi. "Rohani no parece en absoluto interesado en presionar en este tema, ganar la batalla y mejorar la situación de los Derechos Humanos. Eso es un problema porque ya estamos en el tercer año de su mandato", ha considerado.

Los menores de edad han sido condenados a la pena capital y ejecutados en Irán desde la proclamación de la República Islámica en 1979. Según la legislación iraní, la mayoría de edad viene determinada por la pubertad, situándose en quince años para los niños y nueve para las niñas. Cuando hay discrepancias entre la legislación nacional e internacional, las autoridades iraníes han aplicado la legislación del país.

El poder judicial no ha querido pronunciarse sobre el tema al ser consultado por Reuters. El jefe del poder judicial, Sadeq Lariyani, aseguró recientemente que es una "completa mentira" que Irán esté ejecutando a personas de menos de 18 años.

En los últimos años, el sistema judicial ha aplazado las condenas a muerte a menores hasta la fecha en la que cumplen 18 años. Salbehi tenía 23 años cuando fue ejecutada en octubre de 2015 y todavía quedan al menos 160 menores de edad esperando a su ejecución, según las estimaciones de Naciones Unidas.

"La trampa que han hecho durante los últimos diez años o así es esperar hasta que los niños cumplan en prisión 18 años y entonces los ejecutan", ha explicado Ghaemi. "Entonces le dicen a la comunidad internacional que tenían 18 años", ha añadido.

La ejecución de menores de edad ha provocado críticas entre los ciudadanos iraníes. "La ejecución de menores de edad ha llevado a críticas a nivel internacional y nacional", ha explicado Salé Nikbajt, un destacado abogado de Teherán.

Una reconocida defensora de los Derechos Humanos que comenzó una campaña para poner fin a la pena de muerte en Irán, Narges Mohamadi, fue arrestada en 2015 sin que se concretaran los cargos de los que está acusada.

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