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EFE
Jueves, 24 de diciembre 2015, 00:00
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El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, califica la fecundación artificial de "aquelarre químico de laboratorio" y cree que el "abrazo amoroso" de los esposos no puede sustituirse nunca "por la pipeta de laboratorio (fecundación in vitro)".
En su carta semanal, titulada "Navidad y familia" y publicada en la web de la Diócesis, Demetrio Fernández señala que el hijo "tiene derecho a proceder de una relación de amor entre sus padres y nunca como fruto de un aquelarre químico de laboratorio".
"Todo tipo de fecundación artificial (inseminación artificial y anónima, fecundación in vitro homóloga o heteróloga) rompe esa armonía de la creación por la que los hijos vienen al mundo como personas, fruto de una relación personal de amor entre los esposos", añade.
Tras indicar que la Navidad es una "fiesta de la familia", el obispo dice que "varón y mujer, creados en igualdad de dignidad fundamental, son distintos para ser complementarios.
"Cuanto más varón sea el varón, mejor para todos en la casa. Él aporta particularmente la cobertura, la protección y la seguridad. El varón es signo de fortaleza, representa la autoridad que ayuda a crecer", señala Demetrio Fernández en su carta.
Y añade: "La mujer tiene una aportación específica, da calor al hogar, acogida, ternura. El genio femenino enriquece grandemente la familia. Cuanto más mujer y más femenina sea la mujer, mejor para todos en la casa".
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