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El nuevo museo arqueológico no abrirá al menos hasta 2018

El nuevo museo arqueológico no abrirá al menos hasta 2018

El museo arqueológico de Fuerteventura está casi acabado, pero aún no listo para abrir. Tras completar la obra del edificio, el Cabildo destinará este mismo año una inversión de unos 850.000 euros para poner los muebles expositores y demás equipamiento. Juan José Herrera confía en que se pueda abrir a inicios de 2018.

Jueves, 1 de enero 1970

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Las obras del nuevo inmueble que albergará el museo arqueológico de Fuerteventura ya han concluido, según confirma el consejero de Comercio, Industria y Red de Centros y Museos del Cabildo de Fuerteventura, Juan José Herrera. Pero la apertura del que será el espacio museístico más importante de la Isla aún podría retrasarse un año más. Si bien la obra del edificio en sí ya ha sido completamente culminada, falta la equipación de las salas, esto es, la instalación de los paneles de exposición y demás mobiliario.

El Cabildo destinará al equipamiento interior una inversión de unos 850.000 euros este mismo año, según Herrera, quien estima que las instalaciones podrían estar abiertas en los primeros meses del año 2018. El nuevo edificio se ubica en un suelo propiedad del Cabildo, de unos 3.600 metros cuadrados de extensión, que se halla anexo al antiguo edificio del museo arqueológico de Betancuria. Este último cuenta con interesantes piezas que dan cuenta del pasado majorero, pero las instalaciones del centro se habían quedado pequeñas a tenor de los hallazgos realizados en la Maxorata en los últimas décadas. Por este motivo se planteó desde el Cabildo la necesidad de contar con un espacio más amplio y adaptado a los nuevos tiempos en pro de la conservación del material arqueológico, pero también de su difusión e investigación.

En este sentido, Herrera señala que el futuro museo arqueológico no solo será un espacio para la exhibición de objetos de valor histórico, sino que «se pretende facilitar la labor de los investigadores en torno a la historia y y el pasado de los habitantes de Fuerteventura». Las nuevas dependencias serán óptimas, por ejemplo, para albergar los restos desenterrados en el yacimiento romano de Isla de Lobos. Los investigadores, que datan la presencia romana en el islote entre los siglos I antes de C. y I después de C., han descubierto lo que podría haber sido una factoría de púrpura elaborada a partir de Stramonita, molusco del que se han hallado numerosas conchas; además, varias estructuras de piedra cubiertas por arena y tierra se asemejan a un embarcadero para transportar el tinte hasta los navíos.

El consejero informó además de que, una vez que Fuerteventura tenga unas instalaciones idóneas para la conservación de sus propios tesoros arqueológicos, «se requerirá a los museos de las otras islas la devolución del material arqueológico descubierto en el pasado en la Maxorata». Herrera se refiere a piezas que, por falta de centros museísticos en Fuerteventura, fueron trasladadas a espacios de Gran Canaria, como por ejemplo al Museo Canaria, o bien al Museo Arqueológico de Tenerife. En el nuevo museo se expondrá además el material que ya formaba parte del pequeño museo arqueológico existente en Betancuria desde hacía décadas.

Investigación. El nuevo museo arqueológico se suma a otros proyectos impulsados por el Cabildo en los últimos años, como por ejemplo el Archivo Insular, recursos que facilitarán la labor de los investigadores de Fuerteventura para acceder a material arqueológico o consultar documentos sin tener que viajar a las islas capitalinas.

Excavación en La Atalayita. El Cabildo trabaja en otro proyecto para poner en valor el poblado de la Atalayita (Antigua). Una inversión de 30.000 euros permitirá «rehabilitar el museo, mejorar los accesos e instalar paneles solares para dotar al centro de electricidad con el fin de darlo a conocer». El Cabildo ya ha solicitado al Ayuntamiento «la desafección del suelo» del poblado para poder ejecutar el proyecto y abrir el espacio a las visitas. Por otro lado, en coordinación con el Gobierno canario, se estudia la posibilidad de realizar una excavación arqueológica para desentrañar los misterios de este antiguo enclave habitado por los majos.

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