El Materno tiene cerrado el patio de los niños con cáncer
El patio de juegos y actividades donde los niños afectados de cáncer encuentran su pulmón a semanas de ingreso permanece cerrado desde hace dos meses por obras. Los padres denuncian la falta de voluntad del Materno en reformarlo. «Los niños no pueden salir por el mal estado de valla, bancos y remos», aseguran.
El estado del patio o solarium que utilizan los niños con cáncer ingresados en el servicio de Oncología infantil del Hospital Universitario Materno-Infantil de Canarias deja «mucho que desear en cuestión de seguridad», según denuncian los padres de los afectados. «Los remos de hierro oxidados los bancos astillados, el suelo desnivelado y con plaquetas rotas y la valla insegura», enumeran los padres, obliga a los niños a quedarse recluidos en la sala de juegos sin poder salir a respirar aire fresco y sol en los días y semanas que permanecen ingresados mientras reciben su tratamiento oncológico.
El hospital, conocedor de la situación de este espacio al aire libre, decidió hace dos meses prohibir su uso, informando a los padres y personal que se iban a realizar obras para revertir su mal estado. Los padres se quejan que, «desde entonces permanece cerrado y que no se ha acometido ninguna reforma más que cambiar la losetas del suelo rotas y poner otras nuevas pegadas con silicona».
Los progenitores no entienden cómo sabiendo los responsables del hospital «lo delicado y duro de esta patología» y lo importante que es que los niños dispongan de este espacio «para hacer más llevadera su estancia, no hacen nada para que se agilicen las reformas necesarias». «No arreglan sino parchean y eso es peligroso para los niños», aseguraron ayer a este periódico.
En la actualidad, más de 30 niños están recibiendo tratamiento oncológico y, entre otras actividades que se realizan en este solarium, «no pudieron salir a celebrar el Día de Canarias como todos los años», recuerdan las mismas fuentes. Los padres han trasmitido sus quejas a la gerencia del hospital a través del personal del servicio y la Asociación Pequeño Valiente también es conocedora de la situación.
