Secciones
Servicios
Destacamos
Buceando en los recuerdos de otro sindicalista y represaliado, Antoñito Espinosa El Dulcero, Jesús Giráldez descubrió la historia de un majorero que sufrió las consecuencias fatales del franquismo, aunque no cayera fusilado: Mariano Cabrera López, Marianito para sus conocidos. El estibador del puerto de Santa Cruz de Tenerife, experto luchador y sindicalista murió de un tiro por la espalda que disparó un guardia municipal el 11 de noviembre de 1933.
La muerte de este hombre nacido en Tiscamanita tiene dos versiones, como muchas en aquellos tiempos cercanos a la Guerra Civil: la de sus compañeros y la de la guardia municipal. Antoñito, sobre el que Giráldez Macías prepara una biografía, la relataba así en 1992: «me acuerdo también de otra huelga que hubo, con un muerto, precisamente de Fuerteventura [...]. Iba por la calle San Martín, para la casa cantando y un guardia municipal llamado Abreu, una mala persona, se metió con él. Marianito, que iba bebido, le contestó y el guardia municipal lo mató. Al día siguiente hubo una huelga general, ¡pero de todo!, ¡se paralizó todo!».
Versión policial. En realidad, y como aclara Giráldez en su blog La Pejiguera, lo mató el guardia Vicente Pérez Soto, que salió absuelto. La versión policial describe que Marianito pegaba esa noche pasquines comunistas con otros compañeros. «Los obreros se habrían resistido, con agresiones e insultos, sacando una navaja. Pérez le habría disparado en su huida, resultando herido y muriendo dos días después».
El fallecimiento de Marianito sirve para explicar «el clima de tensión que se vivía en aquellos momentos. También sirve para explicar cómo la solidaridad entre las clases populares estaba arraigada y cómo actuaban los poderes políticos, policiales y judiciales».
La versión del acompañante de Marianito es diferente. «Aparecieron tres individuos vestidos de paisano, a los que no conocían, que los obligaron a levantar las manos y comenzaron a registrarlos. Como pensaban que eran ladrones tanto Marianito como él se resistieron, momento en que los policías, que no se habrían identificado, sacaron las pistolas efectuando varios disparos, uno por la espalda a Marianito a muy corta distancia. Al otro lo esposaron y apalearon y Marianito, atemorizado y herido, logró huir».
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Sigues a Catalina García. Gestiona tus autores en Mis intereses.
Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.
Reporta un error en esta noticia
Necesitas ser suscriptor para poder votar.