El Insular cree que a Laura la intoxicaron

Tres médicos intensivistas, una residente, tres enfermeros y una endocrinóloga del Hospital Insular coincidieron este jueves en asegurar ante el jurado que alguien había suministrado a Laura A.G. insulina, benzodicepinas y barbitúricos fuera de prescripción médica. Parte del personal del Hospital Insular que a mediados de 2010 intervino en la asistencia a la enfermera granadina Laura A.G. coincidieron en señalar este jueves ante el jurado, en la cuarta jornada del juicio por presunto asesinato contra Iván R.A., que la sospecha generalizada en el centro médico era que durante las dos convalecencias de la hoy fallecida, entre el 15 de mayo y el 11 de julio de 2010, alguien no identificado o incluso ella misma le había suministrado insulina, barbitúricos y ansiolíticos fuera del control médico. En una larga y complicada jornada que comenzó a las 9.30 y vino a finalizar poco después de las siete de la tarde, el jurado escuchó a nueve profesionales de la medicina del Insular una médico residente, tres intensivistas, tres enfermeros, una psiquiatra y una endocrinóloga que en conjunto vinieron a asegurar que entre el 15 de mayo y el 28 de junio de 2010 en la primera convalecencia hospitalaria de Laura alguien le había suministrado la insulina que le había provocado varios comas hipoglucémicos, y en su segunda hospitalización, entre el 5 y el 11 de julio, alguien no relacionado con su tratamiento le había dado pentobarbital (barbitúrico) y morfina (opiáceo), lo que, a juicio de la intensivista Rosa María Lorenzo, «justificaría» la parada cardíaca que acabó con su vida a las 14.00 horas del 11 de julio. Los testimonios más esclarecedores llegaron al final de la jornada, cuando la endocrinóloga Dunia de la Paz Marrero aseguró que no tenía duda alguna de que la insulina que en dosis «disparatadas» detectaban las analíticas de Laura A.G. era «exógena», es decir, que alguien se la suministraba y fuera de prescripción médica y la intensivista Rosa María Lorenzo expuso que el hospital había dejado de darle ansiolíticos a Laura el 9 de julio y en la analítica postmortem del 11 de julio se detectaron restos de barbitúricos y ansiolíticos en los jugos gástricos de la enfermera. Si bien la doctora Marrero aclaró que los comas diabéticos en ningún modo habían matado a Laura, la doctora Lorenzo aseveró que era muy posible que la mezcla de ansiolíticos y barbitúricos le hubiera parado el corazón. De hecho, fue ella quien denunció el caso al juez de guardia.

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