El instituto atribuye a la crisis el plantón a cáritas

Ojalá pudiéramos atender a todos, pero hemos pasado de recibir el año pasado 1.300.000 euros del Fondos Social Europeo a recibir 400.000 euros». Así, según la directora del Instituto Canario de la Mujer, Isabel de Luis, el corte del concurso público se eleva y Cáritas, con 18 puntos, se queda fuera. Cáritas y las 349 mujeres en situación de exclusión social que atiende actualmente a través del Proyecto Centro Lugo Acerina y Centro Malena, los cuales, llevan más de 15 años contando con la ayuda del Instituto Canario de la Mujer.Como explica la responsable del área de mujer de Cáritas, Lola Ávila, son mujeres con «un alto índice de vulnerabilidad, inmigrantes que ejercen la prostitución, que carecen de recursos económicos y de habilidades para salir adelante» y que en estos centros reciben una ayuda muy específica. Pesadilla. La indignación expresada por Cáritas a raíz de la suspensión de esta ayuda que se produce a mediados de año cuando ya han adelantado gran parte del dinero, 120.350 euros no tiene precedentes. Ávila, de hecho, describe la situación como «una pesadilla». No obstante, según volvía a insistir la directora de la ONG, Paqui Bonny, el lunes presentarán el recurso con la esperanza de pasar de la lista de reserva a la de proyectos con subvención. En éste sentido, de Luis afirmó que «es más que probable» que acaben entrando. En caso contrario, apuntó que las mujeres que atienden serían desviadas a otros servicios de los ayuntamientos locales, pero para Bonny esa es una propuesta irreal. «No se puede hablar como si las cosas fueran tan fáciles, pero si los servicios sociales nos envían la gente a las parroquias constantemente porque ellos tardan tres meses en tramitar una ayuda y nosotros lo resolvemos de forma inmediata». Además, según explicó, son mujeres en situaciones muy concretas que requieren esa atención específica. También el PSC-PSOE, a través de su responsable de Mujer e Igualdad, Eulalia Guerra, criticó ayer que el «Gobierno de Canarias haya comenzado el recorte del gasto que considera superfluo por los sectores más débiles de la sociedad», y se preguntó si «las mujeres son las primeras en empezar a pagar, a costa de su bienestar, los primeros cómodos plazos de la deuda de Tebeto».