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El Herbalife Gran Canaria reta a los pronósticos

El Herbalife Gran Canaria reta a los pronósticos

Jueves, 1 de enero 1970

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Para Aíto ya hay campeón de Copa en la edición que hoy arranca. Ni más ni menos que el Valencia, el rival con el que esta noche el Herbalife Gran Canaria se juega los cuartos desde las 20.30 horas. Así se despachó el ténico en las vísperas. Estrategia o ataque de sinceridad, lo que es seguro es que aquí nadie viene de turismo.

Metidos en faena, ya en A Coruña, lluvia, frío y, también hay que decirlo, un sueño por pelear, nadie en el Granca da un paso atrás. El respeto por el Valencia, consideración más que merecida atendiendo a su soberbia trayectoria, no se canjea por miedo o vértigo. El partido se va a jugar. Y está por ver que el gran favorito, el que instruye Pedro Martínez, vaya a tener alfombra roja.

El precedente en la Liga Endesa dejó sonrojo en la visita a La Fonteta (86-61). Y, hombre por hombre, admite poco debate la purpurina de los Hamilton, Sato, Sikma, Dubljevic y compañía. Intratables en la competición doméstica hasta la fecha, es señalado el conjunto naranja como el enemigo a batir. Ni Madrid, ni Barça. Valencia. Y para empezar, el Gran Canaria asume el desafío. Así lo quiso el sorteo y tampoco conviene darle más vueltas.

En la Copa están los mejores, no busquen chollos. Hasta el Obradoiro, al que empujará toda su gente, asoma como amenaza palpable. Y sin red. El que pierda hace las maletas. Lo que hace fundamental la digestión de la presión y el manejo de los tiempos. Y Aíto, en el oficio, domina como pocos este arte. Cuentan las canastas, faltaría más, pero en encuentros de este corte, con la asfixia a flor de piel, suma como nunca el jefe en la banda. Y el diferencial del Granca a pie de pista no es poco. Y entre los guerreros que van a darlo todo y las intuiciones exclusivas de Aíto hay opciones de aplacar al adversario. Porque las sensaciones en el Granca invitan a salir a por todas. Y que pase lo que tenga que pasar, eso sí, exigiendo al Valencia que sude la camiseta si desea salir adelante.

La Copa, tradicionalmente, ha traído más ruido que satisfacciones, partiendo del reconocimiento que implica pelearla. Ante esta nueva oportunidad, con la madurez que ya ha dado disputar una final (Eurocup), el añadido la participación en la Supercopa y las buenas sensaciones actuales, al calor de victorias y nuevos desafíos, el Granca merece crédito. A ojos de España ejercerá de trámite para el favorito, para el lujoso Valencia de Pedro Martínez. Pero poco importa a los jugadores esa etiqueta. Ayer cogieron el avión con la idea de pasar un fin de semana largo en A Coruña. De puertas para afuera, recato. En la intimidad, todos se recuerdan lo que se pregona de este encuentro, esos pronósticos que no le dan chance alguno. Desde el salto inicial quieren demostrarlo. No han venido a otra cosa.

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